La tierra no se ha dejado de mover en España, en este caso ha ocurrido en la capital de la Comunitat Valenciana que sufrió la pasada madrugada un total de tres temblores, uno de ellos en la costa, alejado de la ciudad, y los otros dos Llocnou de la Corona, al sur de Valencia.

En el Golfo de Valencia sobre las 1.25 horas ocurrió el primer temblor de magnitud 2.7 a unos 42 kilómetros de la costa según ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN) de Sismología. Hasta ahora los números de emergencia no han recibido ninguna llamada.

En Llocnou de la Corona también se registraron otros 2 movimiento sísmicos, el primero antes de las 23:35 horas y el segundo a las 6.14 horas y su magnitud fue de 1,8 grados en la escala de Richter; la profundidad fue de seis kilómetros.

Afortunadamente no hay heridos ni daños materiales reportados.

Granada ha presentado múltiples temblores

Estos movimientos sísmicos se le suman a los ocurridos en Granada, que a diferencia de los ocurridos en Valencia, han alarmado a gran parte de la población debido a que han ocurrido en múltiples ocasiones (aproximadamente 280 movimientos sísmicos) desde el pasado mes de diciembre, y que han ocasionado daños en diferentes estructuras y heridos por la caída de objetos, por lo que muchos han salido de sus casas exponiéndose a peligros.

Los expertos recomiendan a los ciudadanos mantenerse dentro de sus casas y que busquen estructuras fuertes, como una mesa de madera, para protegerse durante el sismo.

Relación con los sismos de Granada

El catedrático de Geofísica del departamento de Ingeniería Cartográfica de la Universitat Politècnica de València (UPV), Francisco García explica que estos movimientos son normales, y que al ser de baja intensidad funcionan para liberar la tensión terrestre, y que es mejor que un escenario donde la energía se acumule y se libere de golpe lo que provocaría un sismo significativo.

También aseguró que no es posible predecir si un terremoto fuerte vaya a ocurrir en los próximos días, pues puso el ejemplo de lo ocurrido en Montesa (Valencia), cuando el 23 de marzo del año 1748 sufrieron varios temblores de baja magnitud y de pronto hubo uno más fuerte.

La Comunitat Valenciana está en la placa euroasiática y está siendo empujada por la placa europea y africana, por lo que hay un constante movimiento de la tierra.

Con respecto a lo sucedido en Granada, explicó que debido a su ubicación, esta es afectada por el movimiento de la placa africana, en cambio Valencia se ve influenciada por la microplaca de Alborán y recoge por el norte los esfuerzos de la euroasiática. Agregó que a España le falta cultura sísmica para que la población normalice estos fenómenos como ocurre en otros países.