La Guardia Civil de España ha efectuado la detención de veintiún individuos que están presuntamente implicados en una red masiva de tráfico de drogas que operaba en el puerto de Algeciras, localizado en la provincia de Cádiz, Andalucía. Diez de los detenidos eran trabajadores del puerto, de los cuales cinco laboraban en la estiba y el resto trabajaba en transporte y aduana.
Las detenciones, que se efectuaron tras una investigación comenzada en el pasado octubre a raíz de un intercambio de información entre las policías de Portugal y Brasil, han continuado hasta este miércoles. Con estas detenciones efectuadas, la Guardia Civil da por desmantelada la que considera banda más grande de las que operan en la localidad.
480 kilos de cocaína intervenidos
A comienzos del mes de mayo y en el marco de la operación Allis Ubbo, un equipo de agentes del Grupo de Drogas de la Guardia Civil Española logró incautar un cargamento de 480 kilogramos de cocaína. La droga había llegado algunos días antes de la intervención en un contenedor que provenía de la ciudad de Guayaquil, Ecuador.
Posteriormente el producto fue transportado en bolsos hasta un camión en el que debía ser sacada de las instalaciones portuarias. A partir de esta incautación, comenzaron los arrestos a las personas, que según las investigaciones estarían implicadas en el negocio, por parte de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. El número de implicados ascendió este miércoles 3 de julio a veintiuno con el arresto de los dos últimos miembros.
La investigación
El pasado octubre, gracias a la información suministrada a la UCO por la Policía Judiciaria de Portugal y la Policía federal de Brasil, se logró identificar la existencia de un grupo de carácter criminal que operaba importando drogas en la zona sur de la península ibérica.
Esto dio inicio a una investigación por parte de la Guardia Civil en la que se logró rastrear al grupo al puerto de Algeciras y se logró identificar sus miembros y su estructura.
Los investigadores determinaron que la banda contaba con un grupo de tres cabecillas que trataban directamente con los dueños del contrabando. En la banda trabajaban otros cinco delincuentes que enlazaban a los cabecillas con los trabajadores del muelle que se encargaban de que la droga entrara al país sin problemas. El grupo tenía, además un conjunto de criminales, algunos con antecedentes penales, que se encargaban del transporte y la custodia del cargamento una vez salido del puerto.
Esta banda es la primera en ser desarticulada en este puerto andaluz, aunque ya se han llevado a cabo otras operaciones ahí, como el caso de la incautación de nueve toneladas de cocaína o las detenciones de otros trabajadores que colaboraban con algunas “collas” de narcotraficantes.