La primera ministra May ha informado de que el objetivo del Atentado terrorista era causar graves daños, y al menos 22 personas han sido atendidas en hospitales. Es el quinto perpetrado este año en Reino Unido.
La Policía de londres ya ha puesto en marcha un amplio operativo de búsqueda para encontrar al responsable o responsables del atentado terrorista. La explosión ha sido causada por un artefacto casero, que se activó en un convoy de la línea District Line (verde) en hora punta, en la parada Parsons Green. Ninguno de los heridos ha sido atendido de gravedad, según el Servicio Nacional de Salud.
La mayor parte de los heridos ha sufrido quemaduras debido a la "bola de fuego" que han descrito los testigos, y el resto tiene cortes y heridas producidas al tratar de huir del lugar.
El comisionado de la Policía Metropolitana, Mark Rowley ha declarado ante la sede de Scotland Yard que la explosión la ha causado un "artefacto explosivo improvisado" (IED, por sus siglas en inglés). Rowley también ha avanzado que hay una veintena de heridos y ha asegurado que se ha desplegado un enorme operativo policial para tratar de localizar al responsable e investigar las causas. Esta investigación está siendo liderada por el Mando Antiterrorista de la Policía, en colaboración con el Servicio de Inteligencia de Interior (MI5).
Fuentes consultadas por la cadena Sky News han asegurado que el detonador falló, y que el artefacto explotó parcialmente. Si hubiera funcionado en su totalidad, el número de víctimas se hubiera agravado cuantiosamente, ya que sucedió en hora punta dentro de un tren en el que caben al menos 865 pasajeros. La explosión se produjo en el tramo exterior del Metro, dejando afectada la zona de Fulham.
La Policía londinense ha pedido colaboración ciudadana, pues cualquier imagen o información de la que dispongan puede ser útil para la investigación, ya que por ahora no ha habido detenidos.
Según las informaciones expuestas por diversos medios británicos, la explosión se produjo en el interior de un cubo blanco en el que se encontraba una bolsa de un supermercado.
La primera ministra británica, Theresa May, se reunirá esta tarde con el comité de emergencia Cobra, para tratar el atentado terrorista producido en un convoy del metro que se dirigía al centro de la ciudad.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha sido uno de los primeros líderes mundiales en reaccionar a los hechos, achacando que su decreto migratorio es necesario y que será más duro, aunque no se considere "políticamente correcto".