Una llamada alertó de lo sucedido. El hotel Rigopiano había quedado sepultado por un alud de nieve. Los hechos tenían lugar después de los cuatro seísmos ocurridos el miércoles en el centro de Italia. El resort de cuatro estrellas albergaba a treinta individuos, entre ellos dos niños. Por el momento Protección Civil ha comunicado que la cifra oficial asciende a tres muertos y el resto aún siguen desaparecidos.

Giampiero Parete y Sabio Salzetta, por el momento son los únicos dos Supervivientes. Se encontraban disfrutando de su estancia en el hotel Rigopiano, cerca de la montaña de Gran Sasso, en la región de Abruzzo cuando se vieron sorprendidos por la avalancha de nieve.

Estaban en el exterior y consiguieron refugiarse en un vehículo pero la nieve también los enterró. Desde allí dieron la voz de alarma y alertaron de la situación indicando que se “estaban muriendo de frío”. Acto seguido los equipos de rescate se pusieron en marcha en la ardua labor para llegar hasta el lugar.

Momentos desesperantes

A unos 1.200 kilómetros de altitud y con un único camino para llegar hasta allí, los equipos de rescate estuvieron toda la noche intentando acceder. A las 4 de la mañana, los primeros equipos llegaban a la zona en esquíes. Era el único modo de acceder ya que el lugar se encontraba bloqueado por casi dos metros de nieve. Ambulancias y más efectivos de ayuda han estado retenidos a un kilómetro del lugar esperando que las quitanieves despejaran el camino.

La fuerza de la nieve y los árboles arrancados arrastraron al hotel diez metros de su ubicación. Por una ventana han conseguido acceder al interior para buscar supervivientes. De momento tres muertes han sido confirmadas pero los bomberos temen muchas más. Antes de que tuviera lugar la tragedia, la dirección del hotel ya había comunicado a los huéspedes de las críticas condiciones meteorológicas provocadas por las nevadas que habían dejado incomunicados a otros pueblos de la zona.

Todavía no se han dado a conocer las identidades de los huéspedes pero el Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene constancia de que haya españoles entre los afectados como en anteriores ocasiones. Los dos supervivientes fueron rescatados y trasladados en helicóptero al hospital más cercano con síntomas de hipotermia.

Foco de la tragedia

Se piensa que el alud se debe a los seísmos registrados el miércoles en el centro de Italia. La región montañosa vivió una sucesión de cuatro seísmos con una magnitud superior a 5,1 y al menos 80 réplicas. Los temblores se sintieron en ciudades como Florencia o Nápoles, pero Roma fue quién lo vivió con más intensidad. Aunque no se reportó ninguna víctima mortal sí que hubo pérdidas materiales. A 110 kilómetros del epicentro, la capital italiana tuvo que suspender las clases, cerrar oficinas y museos y desalojar la línea de metro. Muchas carreteras se vieron cortadas por el temporal que dificultó la circulación.

Recuerdo del pasado

En 1908 un seísmo de 7,2 arrasó la ciudad siciliana de Messina dejando al menos 70.000 muertos y el pasado 24 de agosto, en Amatrice, un terremoto de magnitud 6, azotó la zona y dejo casi 300 muertos. Ahora, estos nuevos seísmos recuerdan la actividad sísmica de este país y como cada vez están teniendo lugar con mayor frecuencia llegando a compararles con los más trágicos del mundo.