Realizar el proceso de vacunación en los menores continúa siendo un tema controvertido, siendo aceptado o rechazado según la decisión de cada persona. Sin embargo, en esta ocasión una madre ha obtenido la total potestad a la hora de decidir sobre la vacunación de su hija, incluso cuando el padre de la misma se ha negado abiertamente. El caso ha sido llevado por un juez de Avilés, que tras evaluar la situación permitió que la madre dispusiera en su totalidad sobre la vacunación de la niña.

Una madre consiguió el apoyo legal para decidir sobre el proceso de vacunación de su hija

El caso fue tomado por el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Avilés, donde una madre ha solicitado la aprobación para proseguir con la vacunación de su hija. Por el contrario, el padre de la niña presentó una clara oposición con este proceso, afirmando que no existen estudios que demuestren la necesidad de la vacunación en los Niños.

Ante esta disyuntiva de opiniones, el juez encargado decidió proveer a la madre de la capacidad total de decisión. El Juez tomó esta postura principalmente por el rol que desempeña la madre en la vida de la niña, siendo esta la principal cuidadora de la menor, además de poseer la custodia.

También destacó el hecho de que la Mujer trabaja en el sector sanitario, laborando como enfermera en el hospital de Jove, de la ciudad de Gijón en Asturias.

La madre confirmó que todos sus familiares excepto su hija se encuentran vacunados

Actualmente la madre de la niña vive con su otro hijo y su actual pareja, los cuales afirmó que ya han completado su proceso de vacunación.

Además, cuando debido a motivos de trabajo no puede estar con su hija, la mujer explicó que los abuelos maternos se encargan de cuidarla, estando ellos también vacunados. Por su parte, la abuela materna de la menor también se encuentra inmunizada contra del COVID-19. Incluso el padre de la niña posee la primera dosis, y su actual compañera ha completado también el proceso de vacunación.

Sin embargo, el padre continuó negando su aprobación a la hora de vacunar a su hija. Su principal motivo fue que él sufrió taquicardia tras colocarse la primera dosis, creando un rechazo a las vacunas por sus presuntos efectos secundarios. Junto a esto, el padre también ha alegado que las vacunas contra el Coronavirus aún no han sido desarrolladas completamente, pudiendo desencadenar reacciones adversas. Explicó que, al menos en el caso de los menores, todavía no existen estudios que demuestren la necesidad de la vacunación debido a la mínima presencia de síntomas que padecen comúnmente los niños.

La madre recibió la autorización tras comprobar que la vacunación no va en contra del bienestar de la menor

Tras haber escuchado ambos argumentos, el masgistrado-juez de Avilés concluyó que vacunar a la niña no representa peligro a su bienestar. El juez explicó que la vacunación significa prevención, la cual disminuye la gravedad de los síntomas dado el caso que la menor fuera contagiada por el virus. A esta decisión el juez ha agregado la aprobación de las autoridades sanitarias y pediátricas.

Con intención de finalizar el caso, el juez ha destacado el tipo de sector donde trabaja la madre de la niña. Al trabajar en el ámbito sanitario, la mujer se ve expuesta a una mayor posibilidad de contagiarse de COVID-19, y teniendo en cuenta que la niña vive en la misma residencia, esto representa otra razón más para vacunarla.