Una Mujer de 19 años reclama tres millones de euros a la Consejería de Salud de La Rioja por los daños causados. Y no es para menos, los daños a los que se refiere son de una vida entera por un equívoco con dos bebés a minutos de su nacimiento.

La mujer y su “hermana de cuna”, de las cuales por protección de sus identidades se desconoce el nombre, nacieron en el año 2002 en el Hospital San Millán de Logroño, una ciudad al sur de Bilbao, parada del Camino de Santiago. Y fueron víctimas de una equivocación humana, o un fallo en el protocolo hospitalario.

La demandante recién nacida pesaba 2.290 gramos y por su bajo peso fue derivada a la sala de incubadoras. La ubicaron junto a otra bebé que había nacido cinco horas antes con un peso muy similar, 2.270 gramos. Las niñas fueron intercambiadas y fueron criadas por la familia equivocada.

La mujer descubrió a los 15 años su cambio de identidad

La Consejería de Salud reconoce el intercambio de las bebés, lo cual explica como un “error humano''. La otra mujer afectada también ya fue informada de la presunta negligencia y de las acciones que se están llevando a cabo, pero no hay constancia, al momento, de que esté realizando acciones también.

La mujer demandante se enteró de manera muy traumática y casual que no pertenecía a la familia que la había criado.

En su caso, era criada y estaba bajo la tutela de su abuela materna, quien presentó una demanda contra su padre porque no se hacía cargo de la manutención de la niña. El hombre negó que fuera su hija para evitar la pensión de alimentos y el tribunal lo sometió a pruebas de ADN.

El análisis, que no era más que un trámite burocrático para definir la situación de la manutención de la niña, abrió un abismo bajo sus pies: el hombre no era su padre.

Estudios posteriores también determinaron que no había relación genética con su madre.

Reclamación por la propia identidad

¡Díganme ustedes quién soy!” fue el pedido de la joven, que en ese entonces tenía 15 años y se enteraba que desconocía a sus padres y sus orígenes, a los letrados, según cuenta el abogado José Sáez-Morga, quien está a cargo del caso.

Las investigaciones determinaron que en el momento del nacimiento y supuesto intercambio había 17 bebés que podrían haber tenido una relación. Sucesivas y delicadas investigaciones condujeron a que solo hay una entre todas las bebés con la que la demandante podría haber sido intercambiada o confundida.

Para la Consejería de Salud el intercambio de bebés es un ‘error humano

Un medio de comunicación de La Rioja sacó a la luz esta delicada historia de las bebés cambiadas, la cual fue confirmada por la consejera de Salud riojana Sara Alba, quien corroboró la historia y afirmó que se trataba de “un error humano”. Alba también ha aseverado que su consejería estaba “profundamente volcada en resolver la reclamación patrimonial solicitada y con absoluto respeto a los procedimientos judiciales y con la máxima colaboración con la Justicia”.

La reclamación de la mujer es de tres millones de euros, mientras la Consejería ha ofrecido 200.000 euros. La supuesta madre de la niña falleció hace tres años y el trámite está pendiente de análisis genéticos al supuesto padre.

Sara Alba también quiso acercar tranquilidad a la población en cuanto a que hoy es mucho más difícil que ese tipo de trágicos errores sucedan en un hospital. “Los procedimientos actuales permiten afirmar que sería imposible que algo así, a día de hoy, volviera a ocurrir”, afirmó. En el año 2002 la identificación de los bebés recién nacidos todavía era a través de una ficha con huella digital y luego se reemplazó con la huella plantar. Hoy se utiliza sangre del cordón umbilical.