Tras un complejo operativo de investigación y rastreo durante los últimos 6 meses, la Policía Nacional ha conseguido desarticular una red dedicada al tráfico y trata de menores en situación de gran necesidad. Entre los detenidos se encuentra el cabecilla de la red criminal, el cual ‘probaba’ a las menores antes de obligarlas a tener relaciones con sus ‘clientes’. Se ha confirmado que a todos los detenidos se les atribuirán delitos relativos a explotación y corrupción de menores.

La Policía Nacional hace las primeras detenciones en la ciudad de Ourense

Según la información compartida por los agentes, el origen de la investigación se sitúa en la ciudad de Ourense. La Policía Nacional obtuvo información acerca de dos menores en estado de vulnerabilidad, las cuales recibieron la supuesta ayuda y hospedaje por un adulto. Ante esto, los agentes decidieron realizar una intervención, comprobando en el proceso que el hombre había obligado a las menores a tener relaciones con él y con otro adulto.

Además de esto, los agentes también recibieron pistas sobre dos mujeres que habían participado en el delito junto a los hombres detenidos. Las dos sospechosas les ofrecieron traslado a Santiago de Compostela a las menores, ofreciéndoles trabajo en la prostitución.

Según las declaraciones obtenidas, una de las menores, supuestamente, decidió aceptar la explotación ofrecida por las sospechosas.

Se comprueba la existencia de una organización dedicada a la explotación de menores

La Policía Nacional detuvo a los hombres que hospedaron y abusaron de las menores, además de encontrar y capturar posteriormente a las dos mujeres que actuaron como intermediarias.

Una de las detenidas resultó ser también una menor de edad. Tras el operativo de los policías, se logró evitar que las menores continuaran siendo explotadas por los criminales.

Sin embargo, tras culminar la detención de los cuatro responsables, se decidió poner en marcha una segunda fase de investigación. Gracias la nueva información recopilada, los agentes lograron comprobar la existencia de una organización criminal dedicada a la corrupción, tráfico y abuso de menores en Galicia.

Los agentes sospechaban la existencia de una red de tráfico de menores de edad, la cual tenía como principal fin la explotación y trata con intención de abuso. Además, los criminales centraban su búsqueda en menores en estado vulnerable, especialmente en aquellas jóvenes que padecieran una situación económica muy desfavorable.

La operación policial se desarrolló durante seis meses

Según explicaron los agentes, el operativo para desarticular la organización criminal en Galicia estuvo en desarrollo aproximadamente seis meses. Una vez obtuvieron su primer avance en Ourense, los investigadores se dedicaron a estudiar el funcionamiento de la red, con la intención de detener a los demás miembros.

Tras la investigación, se logró comprobar que la organización supuestamente captaba a mujeres jóvenes a través de páginas web o directamente en la calle.

La principal área utilizada por la red de tráfico se centraba en Santiago y Ourense, aunque normalmente las víctimas eran captadas en otras ciudades.

Utilizando toda la información recopilada durante meses de investigación, finalmente fue posible realizar dos nuevos arrestos en Santiago de Compostela. Los dos individuos detenidos son un hombre y una Mujer, los cuales son presuntamente los encargados de liderar la organización.

El cabecilla de la organización se quedaba el 40 % de las ganancias

Entre los detenidos por la Policía Nacional se encuentra el supuesto cabecilla y responsable de las ‘pruebas previas’ a la explotación y prostitución de las menores. Según la información compartida por los investigadores, el hombre obligaba a las menores a pasar una prueba, la cual consistía en un abuso.

Los agentes han explicado que el detenido las abusaba ‘con una gran agresividad y trato extremadamente vejatorio’, supuestamente como un método para comprobar si las menores eran aptas para el trabajo.

El supuesto líder de la red era el encargado de gestionar y controlar todos los servicios que realizaban las víctimas. Además, los investigadores han determinado que el hombre detenido se quedaba el 40 % de las ganancias, las cuales eran obtenidas por cada uno de los ‘servicios’ a los se veían obligadas las menores.

Los dos últimos detenidos en Santiago de Compostela serán acusados por los delitos de corrupción y explotación de menores, pertenecer a una organización criminal y trata de seres humanos.