Julio Armas trabaja actualmente como médico de urgencia en Vinalopó, Elche, donde asegura que vive diariamente casos dramáticos relacionados con diversos pacientes. A pesar de ello, la llegada del COVID-19 ha modificado la rutina a la que estaban acostumbrados, mostrándole Historiasque llegan al alma” y que normalmente sería mejor que nunca hubieran tenido que suceder. Con once años trabajando arduamente, nos confirma que en las UCI reina el estrés, pero al mismo tiempo es posible ver la magia de pacientes recuperándose.

Lamentablemente la situación que vivió hace poco representa el temor de cualquier médico.

En tan solo tres horas un hombre vio fallecer a su mujer e hija de 19 años, debido al Covid-19

Gracias a la llegada del Coronavirus, Armas informa que su día se basa en escuchar los sonidos de varios monitores, timbres de la sala de críticos que nunca se detienen y una situación que obliga a reprimir la intención de abrazar a los más necesitados. El médico Julio Armas confiesa que no suele hablar de forma particular de ningún paciente, pero considera que: “hay historias que ayudan a otros a tomar consciencia de lo crítica que es la situación actual”, de modo que todos estén más dispuestos a contribuir a detener el Covid-19

La situación más horrible sucedió para una persona en aquel hospital afirma Armas: “Para un hombre, que su esposa y su hija mueran el mismo día, con tan solo tres horas de diferencia y ambas por COVID-19, no tiene palabras de consuelo”.

Julio fue llamado para atenderlo, pues aquel hombre necesitaba un informe que le habían solicitado. Una vez contó lo sucedido comenta que: “a todos se nos cayó el alma al suelo. Sus lágrimas caían como losas”, dijo Julio al recordar todo lo sucedido. Existen muchas historias de familias destrozadas por una mera imprudencia, comentó Julio para afirmar que si bien este era un caso especialmente triste, las historias similares a esta ocurrían de forma común en las UCI.

Hay gente que lo está pasando francamente mal, y sus historias duelen”, culminó el médico de UCI, para recordar al público la verdadera situación que representa el Covid-19 y cómo este ha afectado a millones de personas.

Los casos de Covid-19 se han disparado en el hospital del Vinalopó, en Elche

Como trabajador directo de las UCI en el hospital de Vinalopó, Julio armas confiesa que la cantidad de casos de Covid-19 han superado las expectativas y actualmente existe una lucha para intentar salvar la mayor cantidad de vidas posibles. A pesar de esto, afirma que no veremos las verdaderas secuelas de la pandemia hasta dentro de varios meses, momento en el cual sean contabilizadas todas las pérdidas. “Hemos cambiado para siempre”, dijo Julio cuando estaba por finalizar su testimonio.

Por otro lado, el alcalde de dicha localidad, Carlos González, confirma los datos además de mostrarse preocupado debido al incremento de contagios en la zona.

Declara que la presión dentro de los hospitales, especialmente en las UCI es “insoportable”. La rapidez de contagios es superior a las semanas anteriores, ahora existen muchas más familias completas que han sido contagiadas, además de un mayor número de pacientes jóvenes que padecen neumonía bilateral. También los médicos se han visto afectados por el COVID-19, pues como explica Julio Armas, se ha visto en la necesidad de doblar o incluso triplicar sus turnos, de modo que pueda cubrir a compañeros de trabajo que han sido contagiados o se encuentran en estado de aislamiento.

El COVID-19 ha terminado afectando de manera directa a los médicos encargados de frenarlo

Somos capaces de duplicar camas, respiradores y espacios, pero no podemos multiplicar sanitarios como panes y peces…”, comentó para presentar la situación actual que viven los médicos dentro de las UCI.

Tal como explica, se han tomado medidas para incrementar la capacidad de las UCI, pero los médicos encargados de trabajar en dichas zonas no son suficientes en el hospital de Vinalopó, y lo que es peor, dicho número continúa disminuyendo cada vez que un trabajador se enferma.

Este tipo de situaciones afectan gravemente a los principales testigos, los sanitarios. Según un estudio del Hospital del Mar de Barcelona y el CIBER, un 45,7% de los participantes del mismo presentan riesgo alto por algún tipo de trastorno mental, es decir, necesitan una evaluación profesional para confirmar la presencia de un trastorno mental. A la vez, 1 de cada 7, presentan un trastorno mental discapacitante, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social.

Por patologías, el 28,1 % presentan depresión, seguidos por los que sufren ansiedad. Casi uno de cada 4 tuvo ataques de pánico, el 22,2 % estrés postraumático y un poco más del 6 %, abuso de substancias como el alcohol. Además, haber presentado un trastorno mental antes de la pandemia dobla el riesgo de volverlo a sufrir a consecuencia del coronavirus.