El Coronavirus que provoca un síndrome respiratorio agudo severo, es una enfermedad altamente infecciosa que estalló en Wuhan, China, en noviembre de 2019 y se ha extendido a todo el planeta. La pandemia que ha provocado ya produjo un millón de víctimas y casi 34 millones de contagiados. Y todavía no tiene vacuna. El contagio de esta enfermedad se transmite principalmente a través de gotículas emitidas a través de un spray al estornudar, toser, hablar, reír. E ingresa al organismo por boca y nariz. Pero los ojos también se consideran una vía importante de infección.
Los ojos, una puerta de entrada del coronavirus
Un informe publicado en la revista científica de oftalmología llamada ‘Jama Ophthalmologie’ reveló que el uso de gafas puede ayudar a reducir el riesgo de contagio. De hecho, los equipos de protección individual o EPI, incluyen el uso de protectores oculares, antiparras y lunetas. El informe analiza el grado de contagio existente entre las personas que tienen problemas visuales, que en China está por sobre el 80% de la población. Para los chinos es habitual usar gafas a toda edad desde muy pequeños y se detectó que durante el violento e iniciático brote de coronavirus en diciembre pasado que eran pocos los pacientes que ingresaron al hospital que las usaran.
El uso de gafas podría aportar protección extra a infecciones
Se recopiló información sobre el uso de gafas en todos los pacientes hospitalizados con coronavirus como parte de su historial médico y se cotejaron los datos para analizar la asociación entre el uso de gafas y el contagio de coronavirus. El estudio planteó la hipótesis de que las gafas evitan o disuaden a sus usuarios a de tocarse los ojos, evitando así la transferencia del virus de las manos a los ojos: se ha demostrado que las personas normales se tocan los ojos involuntariamente unas 10 veces por hora.
Los ojos son una vía de ingreso ya que el virus en la superficie ocular puede viajar hacia la boca y nariz a través de los conductos lagrimales.
Los EPI sanitarios incluyen protección ocular
Para los usuarios diarios de gafas, estas pueden convertirse en un factor protector, ya que las pautas de higiene para protegerse del coronavirus llama a estar muy atento al uso de mascarillas, el lavado constante de manos y evitar tocarse los ojos con las manos.
Este último, un ítem muchas veces olvidado. En España hay un 29% de personas con miopía (que impide ver bien de lejos) y un 25% con astigmatismo (que provoca visión borrosa tanto de lejos como de cerca). Sumando todo tipo de patologías afines, hay unos 25 millones de españoles que usan gafas o lentillas correctoras. Y si bien no se han realizado estudios en esa dirección en España, tiene sentido el pensar que las gafas aportan protección adicional, lo cual explicaría también la inclusión de gafas en el equipamiento EPI de los profesionales sanitarios.