Desde el preciso momento en que se declaró como obligatorio el uso de las mascarillas para combatir los efectos del Coronavirus, son muchas las personas que acuden a los centros hospitalarios y consultas médicas con protectores de tela. Ahora este escenario puede cambiar sensiblemente con la nueva normativa que se ha impuesto en el País Vasco. Se trata de un veto a que los ciudadanos lleven esta clase de mascarillas durante su estancia en los edificios sanitarios.

Este cambio se debe a que se han generado serias dudas sobre la seguridad que ofrece para protegerse del patógeno. En especial, aquellas que han sido confeccionadas de forma artesanal o por los propios usuarios y que por tanto no cuentan con la homologación europea antes de la llegada de las vacunas.

Polémica sobre el uso de las mascarillas de tela

Otra de la procedencia de estas mascarillas viene de ciertas marcas comerciales que las comercializan bajo una limitación en su período de vida. Por otra parte no es cumplido por los compradores que tratan de aprovecharlas al máximo para ahorrar un poco de dinero en esta actuación que es requerida por las autoridades administrativas y sanitarias del país.

Un hecho que puede provocar que al final el ciudadano esté más expuesto al contagio del coronavirus. Debido a que la protección desaparece con la excesiva utilización de la mascarilla.

No se descarta que pueda aplicarse a otras comunidades

Ante esta situación, las autoridades del País Vasco han sido las primeras en el estado español que se han decantado por vetar el uso de la tela en estos instrumentos de protección ante el virus. En este sentido, no puede olvidarse que este modelo ha emergido durante la pandemia como alternativa a las mascarillas quirúrgicas o las cada vez más utilizadas FFP2. Esta normativa es la primera en aplicarse en España, pero no se descarta que en breve se pueda trasladar a otras comunidades autónomas.

De hecho, se viene aplicando en un centro hospitalario de la Comunidad Valenciana. Serviría como un paso más para poner freno a los efectos de la COVID-19 ante la llegada de esta segunda oleada en otoño.

Necesitan una homologación para su utilización

En cualquier caso, las mascarillas deben ser para solo un uso y con un periodo de duración en torno a las cuatro horas a través de un material que esté homologado y con un mantenimiento adecuado. Pues bien, estas pautas no son aportadas siempre por las mascarillas de tela y hasta el punto de que algunos usuarios incluso no se ponen el filtro en el interior. Estas son vendidas en establecimientos comerciales ligados a la moda, vestuario u otros de similares características con diseños de toda clase, y que van con los colores de la bandera nacional a toda clase de logotipos o impresiones en su tejido.