La diabetes y la tensión arterial alta son algunas de las patologías previas que tiene una mayor vinculación con el Coronavirus. Así se desprende de los datos aportados por el jefe de sección de Uso Racional del Medicamento perteneciente al Hospital Universitario de Jerez de la Frontera, en Cádiz, Jesús Sierra, y que se han hecho públicos en el Congreso Nacional sobre esta enfermedad.
A través de los cuales se pone de manifiesto que existe un perfil sobre los pacientes que han sido contagiados por este virus en las vías respiratorias y han requerido su hospitalización en un centro sanitario de España. Se trata básicamente de un varón mayor de 65 años y que padece de las dos incidencias orgánicas anteriormente enunciadas. Al igual que por el hecho de presentar fiebre cuando acude al hospital ante las sospechas de que pueda ser portador de la COVID-19.
La fiebre es el síntoma principal del coronavirus
Estos datos constatan de una manera determinante que el 40% de los hospitalizados por el coronavirus presentan como síntoma la fiebre alta.
Por encima de otros, también muy usuales, como son por ejemplo la tos o malestar general. En el congreso también se han señalado las complicaciones más comunes que acompañan al coronavirus. Destaca por encima de todas la neumonía, que emerge de forma grave en el 40% de los casos y en el 43% leve. Seguida a continuación del denominado síndrome de distrés respiratorio que ha sido identificado en el 20% de los pacientes.
El hidroxicloroquina es el fármaco más usado en los pacientes
De todas formas, una de las conclusiones más llamativas que se pueden extraer de estos datos médicos es el que tiene que ver con los tratamientos que se proporcionan durante el proceso vírico. En donde se pone de manifiesto que el más utilizado por el personal médico es la hidroxicloroquina, en el 91% de las situaciones.
Situándose a continuación y a gran distancia la azitromicina, con el 65%), la lopinavir o ritonavir (62%) y por último la utilización de corticoides, en el 39 % de los pacientes en planta.
Tasa de mortalidad intrahospitalaria del 10%
Mientras que por otra parte, se incide en que son los personas de mayor edad, por encima de 65 años, las más propensas a desarrollar la COVID-19. Y que como consecuencia de esta disfunción en el organismo necesitan ser internados en un hospital. Siendo el índice de mortalidad intrahospitalaria, según se deriva de estos datos, del 10%. Aunque Jesús Sierra apunta a que el uso de los fármacos en esta enfermedad desempeñan un papel muy relevante para disminuir la tasa de mortalidad. En cualquiera de los casos, estos datos abren una nueva vía para estudiar cuál es el perfil de los enfermos.