El trabajo de los médicos para hacer frente al Coronavirus empieza a desbordarse en algunas comunidades autónomas de España. Es el caso de las Islas Canarias en donde la saturación de pacientes está llegando a unos niveles que no se habían visto desde el inicio de la pandemia. Hasta el punto de que la médica de familia en el centro de salud de Las Palmas de Gran Canaria, Rosa Monzón, ha declarado que “este escenario por el que estamos atravesando no es una ola, es un tsunami y no tenemos refuerzos para combatirla con eficacia”. Narrando en primera persona que a pesar de los muchos años que lleva trabajando en estas tareas sanitarias en atención primaria, “nunca en toda mi vida haría trabajado como en estos días, en donde incluso los cambios de agenda son muy frecuentes".

Las plantillas están de vacaciones ante el rebrote del coronavirus

Tal es la magnitud del colapso en las islas afortunadas del número de contagios por el coronavirus que se visto obligada a poner de manifiesto que uno de los problemas con los que se están encontrando en estos momentos es que buena parte de las platillas están de vacaciones. Rosa Monzón reconoce que de esta manera se lo aconsejaron las autoridades sanitarias. Ante la esperanza de que el rebrote del coronavirus no llegase hasta los primeros meses de otoño. Con la sorpresa de que esta segunda ola del virus se ha adelantado y precisamente ha llegado uno de los meses estivales por excelencia, agosto.

Una analítica de sangre se demora un mes

Los resultados de esta irrupción de la COVID-19 en palabras de la médica de familia en el centro de salud canario es que el colapso en los centros sanitarios de Las Palmas de Gran Canaria es generalizado.Al principio pensaba que era tan solo en mi centro, pero a medida que iba hablando con otros compañeros nos dimos cuenta de que este era un caso generalizado”.

“Hasta el punto de que se está tardando hasta un mes para realizar un analítica normal, cuando los plazos para este proceso son mucho menores”, constata para incidir en la situación en la que se encuentran los médicos de familia.

Dentro de este contexto en la pandemia, otro de los problemas que revela la médica Monzón es que resulta desolador comprobar cómo algunos de los contagiados por el coronavirus incumplen los aislamientos.

Admite que los profesionales de la sanidad están atravesando por uno de los perores momentos y que es necesario que sean reconocidos tanto por la población como por parte de las autoridades políticas. “Lo que en realidad demandamos son más manos, estrategias y sobre todo protocolos claros y no una paga extra por trabajar”, concluye la médico de familia canaria.