Cuando en la ciudad de Buenos Aires las autoridades han decidido no flexibilizar la cuarentena por estar atravesando un pico de contagios de coronavirus, una pareja decidió ir contra las reglas y realizar de todas maneras su casamiento y posterior fiesta para más de cien invitados. Los recién casados, pertenecientes a la comunidad sefardí ortodoxa de Argentina, debieron celebrar la ceremonia religiosa en el salón privado alquilado para la fiesta ya que, cumpliendo con las reglas del aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno de Alberto Fernández para combatir la pandemia de Coronavirus, los templos y sinagogas permanecen cerrados.
Denunciados por un vecino por hacer fiesta en cuarentena
Según Clarín, fue un vecino quien denunció a las autoridades que se estaba realizando una fiesta en su edificio, a donde habían ingresado muchas personas sin usar mascarillas, ni manteniendo la distancia social durante la cuarentena. A la pregunta de cómo hicieron más de un centenar de personas para moverse en la ciudad en confinamiento e ingresar sin ser vistos al edificio donde se realizó la ceremonia, Radio JAI respondió al medio Infobae que "se habría contado con ayuda de personal policial". David Menajé, vecino que realizó la denuncia, confirmó que en la puerta del edificio pudo ver personal policial y que la música del festejo sonaba tan fuerte, que podía escucharse desde la cercana Plaza Houssay de Buenos Aires.
Mensaje del rabino causó conmoción en la colectividad
Según el medio citado, luego del suceso, el rabino argentino Yosef Feigelstock publicó una disculpa pública en el sitio Mashala Digital. En la misiva, el rabino comienza diciendo que recibió información acerca de "miembros de nuestra comunidad que participaron de un casamiento con muchos invitados", agregando que ninguno de ellos "había guardado distancia social, ni había usando mascarillas de protección". El texto del rabino causó conmoción en la colectividad judía de Buenos Aires. Increíblemente, este casamiento fue el primero de tres de la colectividad que se llevaron a cabo de la misma manera en la capital argentina, a escondidas y sin respetar las reglas.
Todos sucedieron en los últimos días, y este lunes, la Policía intervino y detuvo a ocho personas que participaban de la tercera de las bodas, que fue la que menos invitados tenía.
Ahora, a cumplir una cuarentena de 35 días
En su mensaje, el rabino Feigelstock manifestó que a partir de ahora, todas las personas que participaron de esas fiestas deben quedarse aislados en sus domicilios por espacio de 35 días, cumpliendo la cuarentena. "Dejo en claro que está prohibido participar de casamientos o reuniones", declaró el rabino y deseó que todos tengan salud en esta pandemia. Según cita Infobae, el presidente de la Federación de Comunidades Israelitas Argentinas, Eliahu Hamra, dejó en claro su repudio a estas celebraciones manifestándose, a través de su cuenta de Twitter.
Hamra escribió que "la comunidad judía ortodoxa de Argentina repudia esta acción", llevada a cabo por personas que "no han cumplido con el aislamiento social, preventivo y obligatorio" decretado por el Gobierno.