El impacto de la pandemia de coronavirus preocupa seriamente a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) por su incidencia directa en la cantidad y calidad de las observaciones y pronósticos meteorológicos.Esto se debe al desplome de las mediciones meteorológicas tomadas desde las aeronaves, cuya actividad se ha detenido en un promedio del 75-80% en comparación con lo normal, pero con variaciones regionales muy grandes, ya que en el hemisferio sur la pérdida llega al 90%, desde países emergentes de África, América Central y del Sur donde muchas estaciones dependen de observaciones de meteorólogos presenciales y no están automatizadas.

Las alertas meteorológicas se complican por la carencia de datos

Los aviones comerciales proveen datos continuamente al Programa de Retransmisión de Datos Meteorológicos (AMDAR) a través de sensores, computadoras y sistemas de comunicación a bordo de la naves para recopilar, procesar, formatear y transmitir automáticamente los datos a las estaciones terrestres a través de enlaces satelitales o de radio. El sistema de observación produce más de 800.000 datos de alta calidad por día sobre temperatura del aire, velocidad y dirección del viento, humedad, turbulencia e información posicional y temporal.

Pero la continuidad del monitoreo atmosférico y climático está en peligro, a causa del cierre de la industria turística por la pandemia de coronavirus y por ende, de la actividad aéreo comercial que ha puesto en peligro el sistema de alertas meteorológicas como consecuencia, según avisó el secretario general de la OMM y meteorólogo de la Universidad de Helsinki, Petteri Taalas.

El coronavirus ha detenido la actividad aérea, gran proveedora de datos atmosféricos

En la actualidad miles de aviones pertenecientes a las aerolíneas del mundo entero hacen aportes al programa AMDAR, y trabajan para el programa junto con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Pero el parón generalizado del turismo a nivel internacional y nacional y los cierres de fronteras provocados por el coronavirus han traído como consecuencia que casi toda la aviación comercial se encuentre en tierra, en hangares.

El Sistema de Observación Global de la OMM suministra información a todos los servicios meteorológicos de los 193 países y territorios miembros. Proporciona observaciones sobre el estado de la atmósfera y la superficie del océano con instrumentos terrestres, marinos y espaciales y los procesa. Luego, estos datos se utilizan para la preparación de análisis meteorológicos, pronósticos, e importantes avisos y advertencias.

El Secretario General de la OMM, Petteri Taalas explicó que todos los servicios meteorológicos e hidrológicos continúan su desempeño al 100% del tiempo, pero que están siendo desafiados por la pandemia de Coronavirus con problemas cada vez más graves, especialmente en los países emergentes.

Taalas dijo sentirse preocupado por las crecientes limitaciones de capacidad y recursos.

Los países deberán redoblar la atención sobre sus propios sistemas de observación

“El impacto del cambio climático y la creciente cantidad de desastres relacionados con el clima continúan, como hemos visto con el ciclón tropical Harold en el Pacífico, y las inundaciones en el este de África. Se acerca la temporada de huracanes en el océano Atlántico y la pandemia de coronavirus plantea un desafío adicional exacerbando los riesgos y peligros para las poblaciones. Los gobiernos tienen que redoblar la atención y la sus capacidad de observación del clima y alerta temprana”, dijo el metereólogo.

Algunos países ya están lanzando radiosondas adicionales para mitigar en parte la pérdida de datos de los aviones.

Esto se lleva a cabo especialmente en Europa bajo la coordinación de la Red Europea de Servicios Meteorológicos (EUMETNET). Las radiosondas se lanzan en globos meteorológicos y transmiten mediciones variables meteorológicas críticas de regreso al suelo durante su vuelo desde la superficie hasta altitudes de 20 a 30 kilómetros.