El Gobierno ha levantado las restricciones impuestas a las actividades no esenciales, y desde el lunes 13 de abril miles de trabajadores volverán a trasladarse a oficinas, almacenes o transportes. A pesar de la advertencia general de que España se encuentra aún en Estado de Alarma, se han flexibilizado algunas opciones de movimiento, tales como ir andando o en bicicleta, frente a utilizar el Metro o el autobús, que en algunas ciudades generan aglomeraciones.
El motivo principal de este cambio es cumplir con la distancia de seguridad de 1 o 2 metros.
El apoyo a la bicicleta como medio de transporte ha sido recibido de forma muy positiva por los activistas de la bicicleta, que han pedido aceptarla para todos los desplazamientos urbanos.
La distancia entre ciclistas deberá ser de 20 metros
El Ministerio de Sanidad ha querido mandar un recordatorio firme, para evitar romper la buena línea, que se está llevando: "seguimos en confinamiento y sigue vigente el Estado de Alarma". Esta situación seguirá como mínimo hasta el 26 de abril, aunque ya se están manejando prórrogas posteriores. De momento, retomarán la actividad algunas empresas, y se insiste desde el Ministerio de Sanidad, que se mantenga el teletrabajo y se evite si es posible la actividad presencial.
Si se decide utilizar la bicicleta en los traslados al trabajo, conviene recordar que existen unas medidas de seguridad especiales y con una distancia mayor, para evitar el contagio sobre ruedas: se recomienda que los ciclistas mantengan al menos 20 metros con otros ciclistas y 10 metros con otros viandantes y corredores.
La normativa urbana de distanciamiento entre ciclistas, surge debido a que algunos estudios han subrayado que el virus puede permanecer en el aire un tiempo, y el hecho de estar sobre un vehículo no evita riesgos.
Por esto mismo, desde sectores vinculados al movimiento por la ciudad en bicicleta, se está aconsejando el uso de mascarillas, aunque no sea obligatorio.
España se suma a otros países en el fomento de la bicicleta durante el Coronavirus
A pesar de que muchas voces críticas venían exigiendo esta flexibilización en favor de la bicicleta, como transporte público y privado durante el confinamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19, las capitales españolas se suman ahora a otras europeas en este apoyo.
Londres y París facilitan el uso de bicicletas públicas al personal sanitario y al resto de la ciudadanía. En urbes como Bogotá, Ciudad de México, Calgary, Berlín, Helsinki o Nueva York se están creando corredores de ciclistas temporales en grandes avenidas. Mientras tanto, los servicios públicos de bicicletas de Madrid y Barcelona siguen, de momento, cancelados.