El descubrimiento de que los trabajadores sanitarios que están luchando contra el COVID-19 han tenido que enfrentarse al virus con unas mascarillas que estaban defectuosas ha provocado que, solo en la Región de Murcia, más de mil de estos trabajadores hayan iniciado una cuarentena.
Las comunidades autónomas han iniciado el aislamiento a los profesionales del campo sanitario que han podido llegar a utilizar las mascarillas de la marca Garry Galaxy, que fueron adquiridas por el Ministerio de Sanidad (que también fue el responsable de distribuirlas).
Las mascarillas fueron retiradas el pasado viernes, tras tres semanas de utilización de los lotes
Una pésima noticia para el sistema sanitario español: más de mil trabajadores sanitarios han tenido que ser aislados y otros miles tendrán que ser sometidos al test de detección del virus COVID-19 por emplear mascarillas que estaban defectuosas dentro de un lote que había sido adquirido y también distribuido por parte del Ministerio de Sanidad y fueron utilizadas en distintas comunidades.
El departamento que dirige Salvador Illa ordenó su retirada el pasado viernes y todavía se están examinando las consecuencias que podría haber tenido este error.
El periódico El País ha publicado que aún quedas partidas que no han sido retiradas, pero las comunidades autónomas se han puesto manos a la obra para identificar a los posibles contagiados.
En Murcia, 1.100 trabajadores sanitarios han tenido que ser aislados
Por ejemplo, en la Región de Murcia, ya se han aislado a un total de 1.100 profesionales sanitarios y en Andalucía, por el momento, ya son doce los que han dado positivo. El Principado de Asturias asegura que no han distribuido ningún lote de estas mascarillas y en las Islas Baleares llegaron a usarse unos 2.800 ejemplares de un lote que incluía unas 30.000.
Baleares, además de la Comunidad Valenciana, se ha sumado a las medidas de cuarentena que afectan a la mayoría de trabajadores sanitarios que estuvieron expuestos a este virus.
Hasta ahora, el Ministerio de Sanidad desconoce cuántas de estas mascarillas no cumplen las condiciones. Los lotes llevaban entre 35.000 y 400.000 unidades. Estas polémicas mascarillas son tipo FFP2 de la compañía Garry Galaxy.
Se trata de un proveedor que desde hace tiempo sirve al Ministerio de Sanidad y que estaba en la lista de fabricantes de este tipo de material sanitario autorizados por China, pero no cumplen con ninguna de las normas establecidas por la Asociación de Normalización de España, cuya alerta ha saltado después de varias semanas de uso por parte de los trabajadores sanitarios en plena pandemia.