La circulación del coronavirus, su explosión en los cinco continentes, las vidas que se está cargando y los cambios de hábitos que propone la enfermedad está siendo ayudada por otra pandemia: la infodemia. Pero ¿qué es la infodemia, para que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ocupe de ella? ¿Un nuevo virus, una nueva enfermedad? Sí y no. La respuesta es verdaderamente compleja.

El término “infodemia” quiere decir “epidemia de mala información”, es la “información falsa que viaja por las redes sociales e Internet como real”. Son las noticias y datos equivocados que circulan la la gente los toma como verdaderos, causando mucho daño.

Son las “fake news”.

El miedo, un caldo de cultivo

¿Quién no recibió alguna vez un mensaje de Whatsapp pidiendo un medicamento carísimo para una persona al borde de la muerte o buscando un niño perdido? ¿Quién no se conmovió al recibir ese mensaje y lo reenvió a toda su lista de contactos? La mayoría de estos mensajes, sin chequear, son falsos, los datos de contacto que ofrecen son inexistentes, circulan hace años sin cambiar una coma del texto, pertenecen a un país que no es el propio. Y crecen de manera exponencial, con una capacidad de contagio asombrosa.

Con la explosión del coronavirus, la infodemia se disfrazó de médica y farmacéutica y florecieron los mensajes y consejos sobre cómo cuidarse de la enfermedad, llenando las redes y la cabeza de la gente que comenzó a seguir al pie de la letra lo que le mandaba un vecino, amigo o tía lejana.

Y eso es lo que le da credibilidad. Porque para el avance de la pandemia, no hay nada mejor que la pandemia de la ignorancia, a pesar del esfuerzo de los científicos, medios y Estados en proveer las informaciones correctas de cuidado y prevención.

El antídoto para la pandemia de coronavirus, la información

La OMS ha salido a hacer una advertencia, como si de Enfermedades biológicas se tratase, en donde recomienda el manejo responsable de la información mientras reitera y reafirma las medidas sanitarias que la población debe observar para protegerse del brote del coronavirus.

Los bulos que circulan muchas veces aparecen “respaldados” por algún médico de alguna institución de renombre. Algunos falsos consejos de los cuales hay que cuidarse:

  • El coronavirus muere a altas temperaturas, por lo cual hay que tomar un sorbo de bebida caliente cada 15 minutos: no hay evidencia científica sobre cómo lo afecta la temperatura. De la misma forma, no es preventivo tomar sol o bañarse con agua muy caliente.
  • Expertos de Taiwán sugieren a la población hacer una prueba casera inspirando profundamente e intentando contener el aliento durante al menos 10 segundos: esto serviría para detectar una fibrosis pulmonar, lo cual es inútil, ya que el coronavirus no la provoca, además de que los infectados son asintomáticos los primeros días.
  • Antibióticos para prevenir: falso de toda falsedad, ya que los antibióticos combaten y son efectivos contra bacterias y no virus.
  • Ya hay países que tiene la vacuna, pero todavía no la aplican: adscribir a teorías conspirativas no ayuda, ya que no hay evidencias de la existencia de la citada vacuna. Los científicos explican que tarda meses el desarrollo de la misma.
  • Es importante el uso de mascarilla para protegerse: los médicos informan que el barbijo sólo debe ser usado por el enfermo de coronavirus, no por la persona sana. Este falso dato ha provocado un aumento desproporcionado del precio y la demanda, y ahora faltan unidades para quienes realmente los necesitan.
  • Los perros tienen coronavirus: no hay evidencia, sin embargo la OMS recomienda el lavado de manos luego de tocar una mascota.
  • Tomar mucha vitamina C: este “consejo” circuló a través de una cadena de Whatsapp de una falsa estudiante de medicina, tan falso como la estudiante ya que la vitamina C no previene ni un resfriado común.

Verdad y serenidad para afrontar la pandemia

Las únicas medidas confiables para no enfermar son las que informan las autoridades estatales y entidades sanitarias oficiales.

Así, se recuerda que la manera más común de transmisión del coronavirus es cuando alguien tose o exhala. La gotitas quedan en alguna superficie que luego otra persona toca y lleva las manos a la cara. También a través del aire, aunque la OMS sostiene que es lo menos frecuente. Y que el lavado de manos es la mejor barrera para contener raya el contagio. Las fake news son un peligro real para la salud pública. Para la infodemia, el mejor antídoto es la información.