Finalmente, tenemos sentencia sobre el asesinato de Víctor Laínez, más conocido como “el caso de los tirantes”. Rodrigo Lanza, el único culpable, ha sido condenado a un total de cinco años de cárcel. Igualmente, el agresor tendrá que pagar una indemnización a la familia de su víctima por 200.000 euros, según ha dictaminado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

Rodrigo Lanza tendrá que indemnizar a la familia del asesinado

El crimen de los tirantes, como se conoce popularmente el caso, ya que la víctima lucía la mencionada prenda decorada con la bandera de España.

Para poder calcular la pena de cárcel se ha tenido en cuenta el atenuante de que fue un arrebato por parte de Rodrigo Lanza y un agravante por sesgo de ideología por discriminación. Por otro lado, tendrá que indemnizar a la familia con la cantidad de 200.000 euros y con 5.620 euros al Servicio de Salud de Aragón.

El juez ha desestimado, en todo momento, la petición por parte de la defensa de la libertad de Lanza, que ya lleva en prisión de manera provisional desde hace dos años, por la gran gravedad de los hechos que le han imputado y por la peligrosidad que implica que el acusado esté en la calle.

Por otro lado, para la Fiscalía es un fracaso, ya que habían solicitado un total de 25 años de prisión por el crimen cometido en un bar de la ciudad de Zaragoza en el año 2017 al considerar que había un agravante de tipo ideológico.

El magistrado tuvo que bajar la pena hasta los cinco años después de tener el argumento presentado por el jurado popular, el pasado día 15 de noviembre, en el que se declaraba culpable al propio Lanza por un delito, solamente, de lesiones imprudentes cuya consecuencia habría sido el fallecimiento de Laínez.

El juez no ha tomado en cuenta el carácter reincidente de Lanza

De todas maneras, en el veredicto queda claro que la agresión en el mencionado bar se hizo de manera intencionada, pero que no quería matar al agredido en ningún momento. Rodrigo Lanza es un conocido antisistema, que ya tuvo que pasar por la cárcel después de dejar tetráplejico, en el año 2008, a un guardia urbano en la ciudad de Barcelona.

Pero el juez no ha querido valorar el agravante de reincidir, como aconsejaba la Fiscalía, porque las acusaciones no llegaron a solicitarlo, en ningún momento, en sus informes.

Lanza defendió, durante el juicio, que no se peleó con Laínez por un tema ideológico -un amigo que le acompañaba le habría dicho que la víctima era un fascista- si no por haber sido atacado previamente con un cuchillo. Igualmente, solo quiso contestar a las preguntas realizadas por su abogado. Los testigos presentados por la defensa ratificaron la mencionada versión, aunque el jurado no aceptó la idea de que Laínez llevase un arma blanca.