Un informe oficial realizado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha dejado claro que reducir la contaminación es fundamental para poder evitar una cantidad alarmante de muertes de ciudadanos en el continente europeo cada año: 100.000. Eso sí, habría una leve mejoría en la calidad del aire, aunque no es una noticia para tirar cohetes, ya que los niveles estarían muy lejos de los recomendados por la propia OMS.

Si todos y cada uno de los países que conforman la Unión Europea lograran reducir la importante contaminación de la atmósfera y que los niveles de partículas en suspensión se situaran en las cotas que han sido recomendadas por parte de la propia Organización Mundial de la Salud, se lograría evitar la cifra de 102.000 muertes, de manera prematura, al año por culpa de afecciones que estarían relacionados con la mala calidad del aire.

La AEMA asegura que Europa ha mejorado su calidad del aire, pero la contaminación está lejos de desaparecer

La calidad del aire que se respira en el continente europeo ha mejorado, de manera ligera, pero la contaminación sigue; de manera que todavía hay daños muy importantes tanto para la salud de los ciudadanos, el medio ambiente y la economía, en términos generales, si se compara con los resultados del mismo tipo de informe del año 2016.

Este nuevo informe demuestra que la exposición diaria a los contaminantes atmosféricos podría ser la razón de la muerte prematura de un total de 400.000 personas en toda la Unión Europea (teniendo en cuenta los datos del año 2016). El informe de este año demuestra que casi todos los ciudadanos del continente europeo viven en ciudades que siguen estando expuestas a niveles de contaminación atmosférica que superan los límites marcados por la OMS (siglas de la “Organización Mundial de la Salud”).

La contaminación del aire sería la consecuencia de miles de muertes en Europa

Para realizar el mencionado informe se han tenido en cuenta datos recogidos en más de 4.000 estaciones de control que existen en todo el continente europeo, con mucha atención en lo que está sucediendo en las zonas urbanas por la presencia de contaminantes como son el dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión o presencia de ozono en las zonas más bajas de la atmósfera.

Igualmente, se han calculado el número de personas que han perdido la vida por culpa de la contaminación y por la mala calidad que existe en el aire. Por ejemplo, las partículas que están en suspensión y tienen un diámetro que no llega a los 2,5 micras podrían haber provocado hasta 412.000 fallecimientos de manera prematura desde el año 2016 en un total de 41 países.

Y la mala calidad del aire está relacionada con una menor calidad de vida y de salud. También, más pérdidas económicas provocadas por el aumento de los costes en sanidad, peores rendimientos en la agricultura o la silvicultura, o un descenso en la productividad en el trabajo.