La Asociación 'Stop Accidentes' espera que la muerte del jugador de Fútbol, José Antonio Reyes, sirva para que los ciudadanos se conciencien sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.

El jugador conducía a 237 kms/hr

De todas manera, la presidenta de la Asociación cuestiona que el jugador de fútbol falleciese en las condiciones que señala la Guardia Civil. Le parece muy complicado que el jugador pudiera circular a 237 kilómetros por hora en un tramo cuya velocidad máxima es de 120 kms/hr.

Ana María Campo, presidenta de honor de la Asociación 'Stop Accidentes' ha dicho este lunes que el deseo de la asociación es que el accidente de José Antonio Reyes sirva para que los ciudadanos se conciencien, de una vez, de la importancia a la hora de respetar los límites de velocidad, porque si no se respetan, puede suceder lo que le ha pasado al jugador de fútbol, y que se acabe perdiendo la vida.

La Asociación también se une a los comentarios realizados por el histórico portero de fútbol, Cañizares, que señalaba que Reyes no se merecía un homenaje como si fuera un héroe, ya que, su fallecimiento y la muerte de las personas que iban con él ha sido provocado por conducir con un claro exceso de velocidad en una actitud muy criticable.

Igualmente, el vehículo podría tener los neumáticos en mal estado, lo que provocó que el reventón fuera posible. La Guardia Civil ha recordado que el buen mantenimiento de un coche es fundamental para evitar este tipo de accidentes: la presión de los neumáticos, los frenos y, aún más, cuando el coche lleva mucho tiempo en un garaje y no sabemos en qué condiciones reales está.

Campo ha lamentado la muerte del jugador de fútbol y ha explicado que no solo se ha matado a sí mismo por una conducción muy temeraria, también, a su sobrino y un primo está en estado grave, con una cifra superior al 60% de su cuerpo con graves quemaduras. Esta persona si sobrevive, no tendrá una vida nada fácil a partir de ahora.

Ana María Campo señaló que los ciudadanos tienen que entender que saltarse los límites de velocidad tiene una serie de consecuencias, muchas muy graves. Y se pregunta qué le pasó por la mente al jugador de fútbol para ir a 237 kilómetros por hora en un tramo de 120.

El accidente podría haber sido mucho peor

El jugador podría haber chocado con otro coche.

Campo recordó que su hijo falleció por culpa de otro conductor. Y, no hay que olvidar a la familia del jugador que han perdido a una persona muy querida por el hecho de ir conduciendo a una velocidad excesiva por voluntad propia, conociendo los riesgos que podría suponer. Al final, perdió la vida por la velocidad.