La ciudad de Nueva York ha declarado la alerta sanitaria en diversas zonas de Brooklyn por culpa de una epidemia de sarampión.

Desde el pasado otoño, en la ciudad ya se han confirmado un total de 285 casos, de los cuales, 21 han necesitado hospitalización urgente.

El epicentro estaría en el barrio de Williamsburg

La epidemia de sarampión que está afectando a la ciudad de Nueva York parece que va a más. Las autoridades del municipio han tomado la decisión de declarar, ayer martes, una emergencia sanitaria pública que afecta la zona conocida por ser el centro de la comunidad ultra ortodoxa en varias zonas del distrito de Brooklyn, sobre todo, en el barrio de Williamsburg.

El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha asegurado que la ciudad ha exigido a los ciudadanos que no están vacunados y que residen en las zonas más problemáticas que reciban la vacuna a la vista de la gran incidencia de contagio de la enfermedad, una de las más altas de las últimas décadas.

El alcalde recuerda que esta zona es el epicentro de la epidemia del sarampión y está siendo mucho más complejo de lo que se piensa, por lo que el ayuntamiento tiene que tomar medidas de manera urgente.

El alcalde también ha informado que los ciudadanos que no cumplan con estas medidas serán sancionados

Los casos de la enfermedad del sarampión se han disparado en la zona conocida como la Gran Manzana. La mayor parte de los 285 casos contabilizados se han concentrado en la comunidad judía ortodoxa que está asentada en el barrio de Williamsburg y en Borough Park, siempre dentro del distrito Brooklyn.

En todo el país, desde que se empezaron a contabilizar a principios del año 2018, se han contabilizado un total de 465. 78 de los cuales han sido solo en la última semana,

En la zona de Rockland, un suburbio de la zona norte de la Gran Manzana, ya prohibió a finales del pasado mes de marzo que los Niños que no estuvieran vacunados de sarampión pudieran ir a sitios públicos como son restaurantes, parques infantiles o escuelas.

Un acción que el propio alcalde sabe que es inusual, pero la situación "es muy grave", según él.

Este anuncio se ha hecho público después de que el propio departamento de sanidad de la ciudad de Nueva York enviara una orden a las yeshivas, que son las instituciones de enseñanza de la religión judía ortodoxa, que por motivos religiosos se oponen completamente a la vacunación de los menores.

Las autoridades médicas sostienen que si no se hace algo, el brote, que ya es considerado una epidemia, irá a más ya que la fiesta del Passover está próxima. Esta es una fiesta judía en la que se conmemora la liberación del pueblo de los judíos, en la que las familias se reúnen e, incluso, en algunos casos viajan hasta Israel y podría repuntar la epidemia no solo en Brooklyn.