El jefe de la Guardia Civil, Félix Azón, declaró que en la investigación que se encuentra en curso por el caso Julien, que murió atrapado en un pozo en la localidad de Totalán en Málaga el pasado 13 de enero, después de caer en un pozo; puede ser un caso de “homicidio imprudente”, ya que el propietario del terreno no tenía autorización para realizar dichas perforaciones. Sin embargo, el dueño de la finca, manifiesta que la caída no fue producto de la muerte de Julen, sino las herramientas utilizadas por la Guardia Civil.

Pese a que el caso se encuentra en estado de secreto sumario, el director de la Guardia Civil manifestó que el homicidio imprudente se debe a la ilegalidad del pozo, además que el pozo no contaba con las medidas de seguridad para asegurar que no fuera peligroso.

Sin embargo, el dueño de la finca también tiene su versión, y a través de su abogado, presentó un informe pericial, donde intenta demostrar que la muerte del niño, no fue producto de la caída en el pozo, sino más al contrario, se debió a un impacto sobre su cabeza de una piqueta utilizada por los bomberos, al intentar eliminar el tapón de arena formado a 73 metros de profundidad, que no permitían acceder al niño.

Homicidio involuntario del dueño de la parcela

Como ya lo mencionamos, la policía dirige sus investigaciones en determinar el grado de responsabilidad que tiene el dueño de la finca (novio de la prima del padre del niño) donde Julen perdió la vida, después de caer por un pozo que no tenía autorización, y que además no se encontraba correctamente sellada.

La policía ya obtuvo las primeras declaraciones de todos los implicados, incluso del pocero (pero sin contrato escrito). De dichas declaraciones se obtiene que el dueño del terreno, puso dos ladrillos de hormigón encima del pozo y aviso a la familia que no tengan cuidado por ese sector, ya que había un pozo tapado por bloques.

El padre del niño, se encontraba aproximadamente a unos 15 metros, cuando observó que su hijo corrían hacia el sector donde estaba el pozo, empezó a gritar su nombre mientras corría hacia el niño, y observó cómo el niño caía por el hueco.

Por su parte, el pocero declaró que el propietario le aseguro tener todos los permisos para realizar el trabajo, y que el tapo el agujero con una piedra de 15 kilos.

Y que al momento de hacer el trabajo, la zanja no existía.

El dueño del lugar señala, que contrató los servicios de un pocero, y que el mismo no procedió a sellar el pozo, en su declaración se lo pudo observar muy afectado por la situación, manifestando en varias oportunidades “no me lo perdonaré nunca”, y que incluso su niña de 2 años (igual que Julen), también estaba jugando con Julen. Por su parte, el operario que realizó los trabajos de la zanja, manifestó que vio que el propietario tapo con piedras el hueco, después de finalizar el trabajo.

Homicidio involuntario de la Guardia Civil

David Serrano, propietario de la parcela, a través del informe de un arquitecto intenta demostrar que el niño no murió producto de la caída, sino de impactos en su cabeza de una piqueta con la que trabajaban los bomberos en el rescate, toda la teoría se basa de acuerdo a los videos e informes del caso.

No olvidemos que el informe forense determinó que la muerte de Julen, se produjo por un traumatismo craneoencefálico severo, fallecimiento que se produjo el mismo día de la caída (13 de enero de 2019), en este sentido, según la versión presentada por el equipo de Serrano, manifiesta que los 10 impactos violentos realizados con la piqueta para intentar destapar el tapón formado por la tierra y pequeñas piedras encima de la cabeza de Julen, fueron la causa del fallecimiento.

Serrano, manifiesta, que los últimos 4 impactos de la piqueta de 50 kilos en punta, perforaron más de 35 cm (profundidad mayor al tapón) y que incluso en el último impacto, se extrajo de la piqueta 8 pelos pertenecientes al menor, de los cuales 3 de ellos, tenían la raíz telógena.

En este sentido, manifiestan, que la posible culpa de la muerte, son dichos impactos en su cabeza, es por ello, y solicitan que la Guardia Civil también enfoque su investigación respecto a esos elementos, y no solo el de intentar culpar a Serrano.