Tal y como era de prever ha empezado el carrusel de las visitas que está siendo objeto el yerno de Juan Carlos I, Iñaki Urdangarín. Pero la menos esperada de todas ha sido la de su hijo mayor, Juan Urdangarín que ha hecho presencia en el recinto penitenciario de una forma muy natural, sin esconderse de los medios de comunicación, tal y como ha hecho su madre en los anteriores días.

En este sentido, el reciente libro de Ana Romero, el Espejo del Rey, pone de manifiesto que Juan ha estado siempre muy vinculado a la figura de su padre, con el que tiene una gran complicidad y que ha estado muy afectado por la noticia del ingreso en prisión.

Esta visita filial contrasta con la realizada hace pocos días por parte de la infanta Cristina y que trató de pasar más desapercibida ante los fotógrafos que hacen guardia en el centro penitenciario. En este sentido, cabe reseñar que la hija de los reyes eméritos utilizó el parking privado destinado para el personal que trabaja en el centro público de Brieva y no fuese captada su imagen por los fotógrafos que se concentran en este lugar.

Un hecho que ha tenido una amplia repercusión en las redes sociales al constatarse los privilegios de los que goza la hermana de Felipe VI.

Privilegios en la visita de su madre

De todas formas, no han sido los únicos visitantes durante estos calurosos días que ha tenido Iñaki Urdangarín. También ha ido a visitarle su madre, Claire, en un estado que reflejaba su gran preocupación por el estado de su hijo.

Aunque también en esta ocasión gozando de ciertos privilegios en la visita, al igual que su nuera.

Todo lo contrario de lo que ha sucedido con las hermanas del ex deportista vasco que ha acudido con toda normalidad y hasta han departido amigablemente con algunos de los periodistas que estaban en los exteriores de la prisión de Brieva.

Hasta el punto de que han llegado incluso a posar ante los medios de comunicación, sin ningún problema.

Sin noticias de Juan Carlos I y Doña Sofía

Por el contrario, de quien no hay ningún rastro tal y como es comprensible es por parte de los reyes eméritos. Ninguno de los dos han hecho acto de presencia en la prisión burgalesa.

No en vano, con esta actuación tratan de preservar la institución monárquica.

Ya que una fotografía de este encuentro tendría unos efectos muy negativos sobre la figura que representa su hijo, Felipe VI. De cualquier forma, ni han ido ni se les espera en los próximos días, tal y como han advertido diferentes medios de comunicación nacionales.