Infinidad de personas, tanto hombres como mujeres, alguna vez en su vida han sentido atracción y preferencia por una persona de su mismo sexo; esto más que todo se puede ver en la etapa de la adolescencia. En la mayoría de los casos no es fácil para ellos expresarlo y dar a conocer su punto de vista, sobre todo a sus familiares y amigos. Sienten que van a ser rechazados o se van a burlar de ellos y obviamente tienen miedo a la discriminación.

Pero que pasa en realidad cuando somos adolescentes en cuanto a la respuesta sexual. Ésta despierta con la pubertad no solo físicamente (desarrollo de nuestros genitales y caracteres sexuales secundarios), sino también con necesidades psicológicas que ya no puede cubrir la familia.

Antes, si nos sentíamos solos, buscábamos a mamá o a papá para que nos consolaran; ahora, pensamos que ellos no pueden comprender lo que sentimos y que necesitamos a “alguien más” que nos de ese consuelo y nos brinde compañía. También, ante la presencia de otras personas, notamos cierta atracción que no habíamos experimentado antes. Si una niña o un niño nos gustaban, solo nos sentíamos emocionados, ahora nuestro cuerpo responde de manera particular, deseando estar cerca de esa persona, acariciarla y que nos acaricie.

En ocasiones, no tenemos una educación sexual abierta que nos permita entender lo que nos pasa. Es por eso que procuramos acercarnos a quienes no pueden ayudar, pero si esas personas tampoco tienen esa información, las dudas crecen.

¿Cómo sabemos que nos pasa?

Una forma de tratar de entenderlos es cuando estamos con nuestras amigas, por ejemplo: mostramos nuestro cuerpo y hablamos acerca de lo que sentimos. Durante la adolescencia, en la mayor parte de los chicos y chicas, se atraviesa por una etapa que podría confundirse con la homosexualidad. En esta época, es cuando se tienen amigos o amigas muy íntimas a las que les cuentas todo y con quienes pasas la mayor parte del tiempo.

A esto se le conoce como la “homosocialidad”, es decir, lo que más te interesa es estar con tus amigos porque sientes que te comprenden mejor que nadie.

Pero este término no necesariamente tiene que ver con la homosexualidad. Se sabe que la mayor parte de los adolescentes tiene algún tipo de acercamiento sexual de ese tipo, pero solo como parte de la investigación de su cuerpo.

¿La homosexualidad es de nacimiento o se aprende?

Esta es una pregunta que se han hecho muchos científicos, pero no se ha llegado a una conclusión. De las últimas investigaciones sobre homosexualidad, la de genética son las que más han llamado la atención, al encontrar una zona del cromosoma X, que se llama Xq28, que se cree que podría ser el lugar de un gen relacionado con la homosexualidad masculina, pero no se han encontrado pruebas de que esto sea lo determinante en la homosexualidad. En cuanto a la homosexualidad femenina, se han hecho menos investigaciones, así que lo que tenemos hasta ahora son ideas, pero no hay nada seguro.

Algunos mitos que tratan de encontrar una respuesta a algo socialmente inaceptable son:

  • “Es que abusador de él (ella) de pequeño (a).”
  • “Es que solo vivió con su papá (mamá).”
  • “Es que sus padres lo(a) golpeaban.”
  • “Se hizo así por las malas compañías.”
  • “Lo heredo de un pariente que es así.”