Empieza a planear tu boda, y pronto te darás cuenta de que hallar el hombre soñado fue lo más fácil. De repente, te hayas ante un montón de amigas que te dan consejos, vendedores que se desempeñan en que compres cosas que ni sabias que existían… y un novio que insiste en que se fuguen y se casen lejos. Entonces, hojeas las revistas de novias en busca de respuestas… y aparecen más dudas.
Las revistas tocan tus emociones y muestran la parte mágica de la boda, pero olvidan una realidad: la magia no es gratis… de hecho, las bodas son una industria que obliga a las parejas a gastarse una fortuna, y crea tanto estrés, que hasta la más dulce de las novias se pone agria.
Tranquila, aquí te traemos varios consejos que puedes seguir para tener la boda que siempre has querido… sin fallos.
Economiza en el traje
¿Por qué gastar un dineral en una costosa boutique, cuando puedes conseguir un traje precioso por la fracción del precio? Ahorra comprando un traje en un almacén que venda prendas con descuentos, aunque no sean de un diseñador famoso. O, si quieres ahorrar más aun, ve a una tienda de artículos de segunda mano, y hallarás trajes de novia prácticamente nuevos y precios bajos.
Elimina la palabra boda
Si le dices a un florista o a un servicio de catering la palabra boda el precio se dispara, es mejor preguntar los precios en varias locaciones por teléfono, no cara a cara, y di que es para un cumpleaños.
Celebra tu boda en un jardín botánico
¿Te encantan las flores, pero rechazas la idea de malgastar tu presupuesto en arreglos florales? Si en tu localidad hay un jardín o un sitio similar al aire libre, averigua su puedes celebrar allí la fiesta por un precio módico. En estos lugares las flores son pate del escenario, y un espacio en ellos resulta más económico que alquilar un salón.
Prepara creativos centros de mesa
¿Quién dice que tienes que colocar arreglos florales en cada mesa? Otras opciones son flores secas envueltas en cintas, cestos de frutas o boles con canicas de colores. O elige un tema personal, en realidad es a libre elección y creatividad, solo que debe ir de acorde con la ocasión.
Poda la lista de invitados
Cada comensal cuesta dinero, así que piensa bien antes de invitar al socio de golf de tu papá o a esa amiga que no has visto por años, en realidad no hay que sentirse obligados a invitar a alguien que no has visto por años. Causa más gastos y hace la boda impersonal, mejor deja por fuera a esa amiga “invisible”.
Celebra tu boda lejos
Otro modo de reducir la lista sin sentimientos de culpa es celebrar tu boda en otra ciudad. Es una buena excusa para quitarte de encima un montón de compromisos, y los mas íntimos la pasaran muy bien y en un sitio diferente.
Busca un fotógrafo poco conocido
Olvida de los fotógrafos más aclamados, y contrata a uno menos conocido, de esos que a veces trabajan como poco apreciados (pero talentosos) asistentes.
Te costará mucho menos, y a menudo un primerizo te da una visión más novedosa de lo que vale la pena captar en las fotos y el video.
Sirve tortitas individuales
Reemplaza la tradicional y carísima torta de bodas de tres pisos, por tortitas individualmente decoradas para la ocasión. No solo ahorran bastante dinero, sino que su sabor suele ser más fresco.
Utiliza correo electrónico
Envía correos electrónicos a tus amigos y familiares que vivan más lejos a los que no puedes hacerles llegar tu invitación en forma física, te ahorras tiempo y dinero, además hoy en día están quedando obsoletas las invitaciones por sobre. Envía los correos requiriendo confirmación.