Es la tercera Mujer que recibe el Premio en Comunicación y Humanidades, tras el Premio de María Zambrano, en 1981, y Annie Leibovitz, en 2013. El año pasado se lo concedieron al grupo humorístico Les Luthiers. El actual Premio Princesa de Asturias es el sucesor del tradicional Premio Príncipe de Asturias. El cambio se produjo en octubre de 2014, de la mano del Rey Felipe VI.

Periodista sobre la marcha

Es periodista, pero nunca estudió la carrera, ya que llegó de casualidad. Esta mexicana de estilo fluido, sencillo y directo, recuerda sus inicios en el arte y el cambio que supuso en su vida. Sucedió durante la revuelta sandinista. Ella estaba en Nueva York y era una exbailarina profesional que alternaba con la traducción simultánea. Decidida a saber de primera mano qué pasaba en Nicaragua, convenció a un periodista británico para que la llevase como traductora. La sorpresa fue que el periódico The Guardian le pidió una nota de prensa de su puño y letra.

Una carrera periodística “de liana en liana”

Con esta expresión, Alma se refiere a los diferentes medios escritos en los que aprendió en oficio y limó su estilo. Recordemos que no había estudiado para ello. Comenzando por The Guardian, pasó al Washington Post y, de este, al The New Yorker. También fue nombrada jefa de la oficina para Sudamérica de Newsweek.

En español, sus colaboraciones llegaron a la revista mexicana Nexos, a la colombiana Gatopardo y al periódico español El País. A mayores, sus libros.

Fue del estilo inglés y su prensa donde aprendió a escribir para todos, de modo que sus escritos se entendiesen, fuesen directos y evocadores. Más que dar por supuesto que el lector ya sabía todo, ella aportaba líneas donde la claridad era básica.

Particularmente, ella señaló como magníficas influencias al equipo de redactores del The New Yorker y a los encargados de verificación del The Washington Post.

Un Premio a la escritura comprometida de Alma Guillermoprieto

Lo fuerte de su producción literaria periodística son los temas y realidades de Iberoamérica. El jurado reconoce su profundo conocimiento de las múltiples problemáticas y las diferentes relaciones de los países. No en vano ha sido testigo de muchas de ellas y su cambio de residencia le ha permitido vivir en distintas ciudades de varios países.

Esa inmersión vital y su estilo claro fueron dos puntos fuertes que la elevaron hasta el Premio. También el compromiso, el tender puentes entre culturas y la investigación, de modo que transmitió sus raíces latinas y la actualidad americana al mundo anglosajón.

Fue la elegida entre otras periodistas y comunicadoras americanas. ¿Sabías que en la lista estaba la tan nombrada Oprah Winfrie? En total, eran 27 las candidaturas y 10 los países representados.