Durante cada Semana Santa ocurren otras situaciones ajenas a las procesiones y los pasos que también merecen ser reconocidas. Los presos del país pueden verse beneficiados de un indulto que solo se concede durante estos días. Las razones para que obtengan el perdón del Estado suelen ser solo tres, justicia, equidad o utilidad pública. Quienes solicitan este indulto son las cofradías y el beneficio es pedido, usualmente, para alguna persona de su entorno.

El Consejo de Ministros delibera en primera instancia el pedido, lo eleva al Ministerio de Justicia, quien a su vez, si lo aprueba lo deriva al Rey.

Solo él puede conceder este derecho.

Aunque se cree que ya existía desde el siglo XV, es con Carlos III cuandos se aplica de manera regular. Se cree que la peste que asoló Málaga durante 1759 hizo que debieran cancelarse las procesiones por falta de hombres que pudieran cargar las imágenes. Sin embargo, los presos de la ciudad provocaron un motín que les permitió escapar. Una vez en libertad, cogieron la imagen de Jesús el Rico y lo pasearon por las calles andaluzas. Una vez terminada la singular procesión, devolvieron al cristo a la iglesia y ellos regresaron a la prisión voluntariamente.