Los cinco integrantes de la manada son hombres de edad comprendida entre los 24 y los 27 años, en el momento en el que se produjeron los hechos relacionados con la joven en las fiestas de San Fermín, José Ángel Prenda, Alfonso Cabezuelo (militar), Antonio Manuel Guerrero (guardia civil), Jesús Escudero y Ángel Boza son los nombres de los cinco salvajes que violaron a una mujer el pasado año 2016, Aunque, según el acto de sentencia redactado por los jueces, ninguno de estos cincos repugnantes individuos son “violadores”. Los jueves se han limitado a calificarlos de “acosadores sexuales” en repetidas ocasiones.

A causa de esta sentencia, sólo nueve años en la cárcel en lugar del doble o, incluso más, dependiendo de la dureza de la Justicia.

Injusticia en España

Está claro que, en España, no hay de eso. Más bien al contrario. Este tipo de sentencias son la excusa perfecta para que, quienes son peligrosos, campen a sus anchas por un país en el que a las violaciones se las califica de “acoso”. Algo debe cambiar en nuestro código penal para que este tipo de acciones no se repitan. O se repitan en el menor número de ocasiones posible. Y, de repetirse, que sean adecuadamente castigadas por la Justicia española, que, hoy en día, deja muchísimo que desear.