Hoy en día, adquirir un compromiso de pareja, se torna muy difícil de encontrar. Parece que la cantidad de valores de las que gozaban nuestros abuelos y padres, por lo cual mantenían por cantidad de años el matrimonio, ha desaparecido. Al pasar del tiempo, se han presentado cada vez más divorcios, sin importar el hogar que mantenían juntos y muchas veces dejando a un lado el bienestar y la felicidad de sus hijos.

El caso más común de estos Matrimonios que finalmente fracasan, es cuando se casan por obligación y no por que realmente se aman y piensan en un futuro juntos por siempre.

Cuando una pareja se casa realmente enamorada, las cosas cambian y siempre velan por el cuidado de su matrimonio, por la felicidad de ambos y al traer hijos al mundo, por la felicidad de ellos, que se convierte en su razón de ser.

Otro de los casos que más se presentan día a día, es las infidelidades que acaban con un hogar. Como actualmente gran cantidad de personas no adquieren un verdadero compromiso y no marcan el límite entre lo que podías hacer antes de formar un hogar y después de ello, no hay distinción entre sus diferencias y alguno de los integrantes de la pareja, se siguen comportando igual y en algunos casos, peor que antes. Que también puede ser causado porque muy tarde se dan cuenta que no aman a su pareja como creían y que todo cambio una vez decidieron vivir juntos por siempre.

La falta de comunicación también es otra de las causas del divorcio

Cuando mantienes un noviazgo, en los mayores de las cosas, todo se torna muy bonito y mágico. El enamoramiento, las ganas de estar juntos, las vivencias y trazarse una vida juntos, es el mejor de los planes que puedes tener, sueñas con forma una familia y ver a sus hijos crecer.

Es allí donde ambos toman la decisión de contraer matrimonio y arriesgarse a convivir juntos. Y digo arriesgarse porque no es fácil adicionar a tus costumbres, las de otra persona y que se trate algo del día a día.

La convivencia es el punto más esencial de mantener un matrimonio en paz y a gusto, en el cual fluya de manera natural una buena comunicación de pareja, en la que ambos puedan entenderse de la mejor manera, saber que le gusta al otro y que no, o como le gusta.

Todo eso hace parte de formar un hogar y una familia en un entorno tranquilo. Si no es el caso, la relación de pareja se convierte en algo caótico que solo los lleva al aburrimiento y en donde seguramente la mejor solución será divorciarse, por encima de todo.

Con todo esto, podemos decirte cuál es la base de un buen matrimonio

Así como lo han vivido nuestros abuelos y padres, un buen matrimonio se da gracias a el entendimiento de ambos, donde reine la confianza y el respeto, donde surja naturalmente el amor por la familia, donde comprendan los diferentes puntos de vista de cada uno y donde luchen siempre por mantener viva la llama del amor y en sí, desencadenar paz y armonio.

La base de un buen matrimonio es comprenderse y luchar juntos siempre, a pesar de las adversidades.