Pese a que los hechos habrían sucedido durante el mes de diciembre, la denuncia de una Soldado en Antequera, conocida esta semana, ha causado tanta indignación como estupor.

Al parecer, la mujer que tendría 34 años y llevaba 8 destinada en la base del Ejército del Aire en Bobadilla, Málaga, habría sido drogada y violada por al menos dos personas en la misma base. Según ha relatado su abogado, es muy probable que sean más los hombres involucrados en la agresión sexual, pero su defendida (dentro de los difusos recuerdos que tiene) menciona a dos sujetos, uno de tez morena y otro de contextura grande.

La denunciante ha declarado ya en tres oportunidades ante la policía local. La primera de ellas fue la mañana siguiente en la que se habrían producido los hechos.

Al parecer, con motivo de celebrarse el día de la patrona del Ejército del Aire, la soldado y un grupo de compañeros salieron hasta la ciudad para festejarlo, a primera hora de la tarde. Un compañero la llevó hasta la base, cerca de la una de la madrugada por creer que no estaba en condiciones de regresar sola. Este mismo soldado, la lleva hasta la habitación de una amiga, le pone el pijama y la acuesta. Es el mismo que al día siguiente le presta un test de barbitúricos a la denunciante.

La mujer recuerda que por la mañana se sintió muy mal, con un dolor de cabeza fuerte, síntomas que no había tenido otras veces.

En declaraciones policiales, la joven asegura que le comentó a un compañero soldado y que este le facilitó un análisis para saber si tenía drogas en el organismo. El test dio positivo y tras llegar a oídos de un superior, este le recomendó que hiciera la denuncia.

Semanas después, la mujer pudo recordar algunas secuencias más de aquella noche.

Al parecer, en un momento se dirigió al baño y dejó el botellín de cerveza abierto en la barra. Declaró, a su vez, que dos compañeros se mostraron insistentes y algos lascivos con ella, intentando tocarla, incluso, en una oportunidad.

En una tercera declaración ante la policía malagueña, la mujer logró recordar que durante la mañana posterior a la que habrían ocurrido los hechos, sintió una molestia en el labio superior y observó un hematoma en el pecho.

Ha trascendido que, sobre la madrugada la joven habría ido al baño y allí notó que tenía las medias puestas y se las quitó. Una vez consciente notó que estas estaban manchadas de semen. Los peritos analizan el ADN de nueve soldados para saber si coinciden con las manchas halladas en la prenda de la soldado.

También se supo que la mujer pudo recordar dos situaciones de aquella madrugada. Una que remite a un hombre de tez oscura que la cogía de un brazo, mientras la movía y le decía algo que no puede recordar. La otra escena es la de un hombre que la denunciante recuerda sobre su lado izquierdo y de bastante peso. Esto podría corresponder al hematoma y la inflamación del labio.

Aullidos y cola para ingresar en la habitación

Una compañera de la militar agredida, habría comentado que la noche de la supuesta Violación, había varios hombres haciendo fila para entrar en la habitación de la mujer.

También ha trascendido que escuchó aullidos que provenían del mismo lugar.

El abogado de la denunciante ha declarado que, al parecer, los aullidos fueron oídos por una compañera que pensó se trataba de algunos soldados que volvían de festejar, por lo que no le dio mayor importancia.

Los resultados de las pericias realizadas por el Instituto de Toxicología de Sevilla determinarán cuántos hombres participaron de la agresión y se cotejarán con el ADN de varios soldados, exactamente de nueve militares compañeros de la mujer que se encuentra de baja en tratamiento psicológico.