Con motivo del aniversario de la Constitución en España, Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia y quien fuera también vicepresidente de la Conferencia Episcopal, elaboró una carta que nos termina de demostrar que la Iglesia católica sigue viviendo en el siglo pasado. El matrimonio igualitario, la eutanasia, la fecundación in vitro y los abortos, fueron mencionados como los principales riesgos para una España unida, entre otras lindezas que no dejan muy bien a la institución.
Cañizares se mostró preocupado por el independentismo
Si bien Cañizares ha mostrado su inquietud por las consecuencias del separatismo, no ha perdido oportunidad de hablar en contra de esos temas que siempre ahora empiezan a ser un obstáculo para la extrema derecha.
Así, alentó a defender el valor de "la indisoluble unidad de la nación española", para garantizar los derechos inalienables de las personas según la Constitución. Irónicamente, su postura excluye por completo esos derechos de las minorías como los homosexuales, las mujeres embarazadas sin posibilidad de mantener una familia o las personas que sufren por enfermedades terminales.
El cardenal señaló a las nuevas ideologías como un riesgo para la Constitución
Cañizares está convencido de las que ideologías modernas son un peligro a enfrentar, obviando problemas como la pobreza, la falta de vivienda o el desempleo, que llevan años asolando a la nación. Mientras arremete contra situaciones como la inseminación artificial, nada de esto otro parece ser un verdadero riesgo para él.
Se refirió a condiciones como la eutanasia o la fecundación in vitro, en un indignante párrafo de su misiva como "atentado contra la vida".
La violación del derecho a la vida con el aborto y la eutanasia, con la fecundación artificial o la experimentación de embriones que se está propugnando...
Mencionó al matrimonio gay como un peligro contrario al matrimonio reconocido por la Constitución únicamente entre el hombre y la mujer, además de protestar por la falta de presupuesto en la enseñanza, haciendo hincapié en los derechos estipulados de culto religioso.
Seguido a esto, ha sido el independentismo el señalado como uno de los principales peligros a erradicar, a cuarenta años de la promulgación de las leyes españolas. A todo esto, la polémica por sus palabras no se ha hecho esperar, especialmente en lo referente a los grupos de izquierda.