La República de China, más conocida como Taiwán, se ha convertido en el paraíso asiático gay, ya que se trata del primer país asiático en legalizar el matrimonio entre parejas LGTB (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).

Durante esta última década, dicho asunto se ha intentado llevar a debate en varias ocasiones, pero siempre sin éxito. Sin embargo, a finales de mayo se llevó a cabo una votación en la Corte Suprema de Justicia del país taiwanés en la que, de entre 14 jueces, 12 votaron a favor de promulgar la ley que legitima el matrimonio gay y 2 en contra.

Una mayoría que obliga al parlamento a aplicar esta decisión de aquí a dos años. Si por el contrario dicha cámara no realiza los trámites pertinentes para garantizar este derecho, la inscripción del matrimonio entre personas del mismo sexo será igualmente validado.

Los miembros de la justicia taiwanesa se han percatado de que su código civil no aseguraba la igualdad a la hora de elegir la persona con la que uno desea unirse en matrimonio ni la libertad de los ciudadanos. Es por ello que han decidido tomar cartas en el asunto. Además, han asegurado que dicha modificación en la ley no afectará a la aplicación del capítulo ya establecido sobre el casamiento entre personas del sexo opuesto ni perturbará el orden social.

Taiwan es uno de los países asiáticos en los que podemos observar una mayor evolución social y un cambio de mentalidad. Ya tomaron una decisión histórica el año pasado al elegir por primera vez una mujer como presidente y es bajo el gobierno de ésta que el matrimonio gay será legalizado, 16 años después de que se legalizara por primera vez en los Países Bajos.

No sucede lo mismo en el resto de países asiáticos donde ser homosexual está castigado incluso con la pena de muerte en algunas de las naciones. Recientemente, por ejemplo, se ha informado sobre diversos hechos que han ocurrido como la persecución que sufren los homosexuales en el ejército de Corea del Sur, donde se ha condenado a un militar a 6 meses de prisión por haber mantenido relaciones sexuales consensuadas con otros soldados, o el azote público que ha recibido una pareja gay en la provincia indonesia de Aceh después de haber sido encontrados en pleno acto sexual y delatados ante las autoridades por sus propios vecinos. Hechos que han sido condenados a nivel mundial y que demuestran que aún queda mucho camino por recorrer en este continente respecto a los derechos humanos y, especialmente, de los LGTB.