Son innumerables los chistes acerca de las suegras y en todos los países del mundo, pero en ciertas ocasiones no falta razón para meterse con ellas porque hay muchas que no entienden que les deben respeto a sus vástagos cuando ellos deciden dejar el hogar o casarse.

A veces son hijos únicos quienes han creados lazos muy fuertes con su progenitora, hasta a veces llegar a niveles enfermizos, donde el hijo depende para todo de su madre y a la hora de la despedida, la madre piensa que sin sus cuidados él no podrá sobrevivir.

Mal momento para la esposa recién casada cuando la suegra llega de visita sin avisar y quiere controlar qué comida le da a su hijo o critica a la nuera porque ve a su pobre hijo ayudando en los quehaceres del hogar.

Esto se llama suegra tóxica y ella es una pesadilla para la pareja recién casada.

El grave problema con este tipo de relación madre-hijo es que él es incapaz de enfrentársele y exigir respeto porque su dependencia sentimental hacia ella es tal que él ve como normal y bueno esa intervención en su vida privada y que tome atribuciones que no le corresponden.

En este caso hablamos de madre e hijo, pero esta situación se da de igual manera entre madre-padre-hija y se convierte en un círculo vicioso donde la pareja vive en constante conflicto por el apoyo y el permiso que se le da a los padres, para meterse donde no se les ha llamado, y el respeto que merece la parte afectada.

Con el pasar del tiempo estas Parejas de recién casados se ven afectadas por el empeño de la suegra de seguir con su misma actitud y el hijo que se siente muy cómodo y feliz de tenerla cerca.

Las quejas de su pareja son minimizadas porque el esposo alega que es una exageración, que la madre no le hace daño al matrimonio y que por el contrario los ayudan a llevar la carga pesada de los primeros años.

Al final de cuentas la parte afectada queda de un lado, como si ella no tuviera razón, su puesto en el hogar es como un segundo plato porque se le da el poder a la madre de seguir actuando como la jefa de casa y quien toma las decisiones importantes.

En esta situación de conflicto entre la pareja por un agente externo, la solución se ve lejana cuando el hijo sólo justifica las acciones de la madre; para mantener el matrimonio la única solución posible es acudir a un psicólogo o especialista en parejas, para que ayude a establecer prioridades y establezca las pautas y normas con el fin de recuperar y continuar con el matrimonio.