No es poca la lucha que ha dado la comunidad LGBT para alcanzar la igualdad y el respeto al cual todo ciudadano tiene derecho, independientemente de su raza, credo, origen u orientación sexual, lo cual consta en la gran mayoría de las constituciones de los países del mundo.
Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia y en América Latina: México, Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia le han dado el visto bueno a los matrimonios entre personas homosexuales. Y en Italia, Austria, Croacia e Israel, entre otros, se permiten las uniones civiles de personas del mismo sexo con derechos iguales o similares al matrimonio.
Pero ¿por qué la adopción para Parejas gays es un tema tan controversial y delicado, a pesar de los derechos humanos?
Según estudios hechos por el Doctor George Rekers, profesor de Neuropsiquiatría de la Universidad de Carolina del Sur, hay algunos factores o razones que afectan el desarrollo psicosocial de los niños que son adoptados por parejas del mismo sexo; estos estudios dieron como resultado que en Florida, Estados Unidos se prohibiera la adopción a los homosexuales casados.
Según el Doctor Rekers el modelo padre-madre, tan necesario para la adopción de roles en la sociedad, no se da cuando la pareja es del mismo sexo, por lo cual estos niños pueden sufrir problemas en su desarrollo psicológico; el científico compara esto con los jóvenes que procrean a temprana edad o si se diera una adopción con padres de 90 años.
Otro motivo por el cual el Doctor Rekers no aconseja la adopción por parte de parejas gays es que en su estudio los niños de padres del mismo sexo no dieron resultados académicos favorables, como los de padres heterosexuales y además se mostraron más tímidos y rehaceos a trabajar en grupo y con mucho temor a la hora de tener que hablar de la familia.
Está claro que a pesar de los avances en la obtención de los mismos derechos de las personas con tendencias diferentes al común, no vivimos en un mundo indiferente y la gran mayoría de los niños no está acostumbrado al hecho de que otros niños tengan padres del mismo sexo; eso por supuesto que es un tema difícil para ellos y hay algunos que hacen del bullyn una práctica muy usual hacia estos niños, quienes no tienen la culpa de que sus padres hayan querido hacer crecer a su familia, como cualquier otra.
El otro lado de la moneda es que los defensores de los derechos de los LGBT se basan en que independiente del sexo de los padres que desean adoptar, lo ideal para un niño y su posterior desarrollo psíquico, es el amor, la atención y la educación que ellos le den. Es evidente que muchos niños de padres tradicionales tienen problemas iguales y hasta peores que los hijos adoptados por parejas del mismo sexo.