La Violencia de género es un hecho, nadie puede negar las batallas que muchas Mujeres tienen que soportar. Por ese motivo y tras medio año de reuniones y acuerdos, el gobierno quiere, al fin, poner una solución para reducir este problema social tan actual. Los grupos parlamentarios llegaron a un acuerdo el pasado lunes incluyendo 200 medidas con un presupuesto de 1.000 millones durante cinco años que se repartirán de tal forma que 500 irán destinados a las comunidades autónomas, 400 los gestionará el propio gobierno y el resto será repartido entre los ayuntamientos.
Nuevas medidas que forman un plan integral
Las 200 medidas ya están cerradas y entre ellas se encuentran: protección antes de denunciar, prevención sanitaria, protección de los huérfanos y los hijos de las víctimas, prohibición de dar la custodia a los padres maltratadores, creación de unidades de apoyo, refuerzo de la seguridad, prevención en la escuela y vigilancia en los medios.
A esto hay que añadir que la igualdad será una asignatura obligatoria tanto en los colegios como en los cursos para acceder a los cuerpos del Estado y profesiones sanitarias y de servicio público. Todo aquel que quiera optar a estos cargos necesitará haber aprobado antes este tipo de asignaturas. En cuanto al ámbito deportivo, también habrá modificaciones, sancionando a los clubes que permitan y consientan que haya violencia de género dentro de ellos.
Por otro lado, dentro de estas modificaciones se encuentra una ampliación del significado de violencia de género, refiriéndose a todos los maltratos que la mujer recibe según el convenio de Estambul (como la trata de mujeres) y no solo aplicándose a las parejas o exparejas de las propias mueres. Además, habrá diversas leyes que asuman este cambio en lugar de una sola.
Un largo camino por delante
32 mujeres y seis menores han sido asesinados en lo que llevamos de año por violencia de género, además de los 16 niños que han quedado huérfanos por el mismo motivo. Está claro que estas medidas tenían que llegar tarde o temprano para poder proteger y hacer que las víctimas se sientan protegidas.
Inculcar a la sociedad el peligro que este tipo de violencia conlleva es otra medida que faltaba y parece que, por fin, la sociedad, desde pequeños, sabrán educarse de tal forma que las muertes por estas causas se reduzcan, además de aceptar que las personas que asuman cargos públicos deberán de ser conscientes de las consecuencias de este tipo de violencia.
Queda la parte más difícil, poner en marcha el plan, aunque con todos los partidos políticos de acuerdo, las nuevas leyes y las medidas educativas que se piensan imponer, muy pronto la violencia de género será historia.