La seguridad en la fiesta del Orgullo era algo que preocupaba no solo a los asistentes, sino también a las fuerzas policiales. No había una amenaza latente, sin embargo, 3.500 efectivos han sido los responsables de garantizar que nada interfiriera en la celebración.

Por primera vez, todo el trayecto realizado por las carrozas, ha sido cerrado al tránsito. Durante la jornada del sábado ha estado prohibida la circulación de camiones en las zonas colindantes con el centro, como Salamanca, Retiro y Chamberí. Esta medida se tomó para evitar ataques yihadistas como los ocurridos en Francia.

"Me siento seguro, no esperaba tanto control, aunque sí sabía que habría más vigilancia" comenta uno de los vecinos de Chueca. La sensación de seguridad ha sido mayoritaria entre los asistentes y los viandantes ocasionales que, desprevenidos, caminaban por el barrio madrileño. Chueca es un sitio de turismo permanente, además de su vida nocturna, numerosos comercios de diseño y estilo han comenzado a instalarse durante los últimos años.

La fiesta del Orgullo Gay lleva ya 30 años realizándose en las inmediaciones del emblemático barrio capitalino. Una celebración que se originó hace 40 años en Barcelona.