Es un término poco empleado, sin embargo, durante los últimos años han crecido los delitos que lo tienen como motivación, como eje de agresiones inentendibles. La aporofobia es el miedo al pobre sin razón, solo por su escases de recursos, por su falta de poder “dar algo material”. La palabra proviene del vocablo griego aporos y se aplica a una persona que no tiene salida o recursos.

En algunas personas la aporofobia es tal que les lleva a agredir y vejar a los indigentes, situación que suele considerarse un delito de odio. En España, según datos ofrecidos por el Observatorio Hatento, un 47 % de las personas que viven en la calle ha sufrido o sufre algún tipo de agresión por aporofobia.

Más del 80 % de estas personas que aseguran haber sido víctimas de estos delitos, los han padecido en más de una oportunidad.

Disponer de una vivienda está directamente relacionado con la calidad de vida de los sujetos, con su seguridad y su salud, por eso desde el Observatorio Hatento, sostienen que una sociedad que ejerce y vive en democracia no puede abandonar a parte de su población que está expuesta, no solo a las inclemencias de la intemperie, sino a los delitos de odio y la vulneración de todos sus derechos y su dignidad.