En apenas unos días, el apellido paterno dejará de prevalecer ante el de la madre. Un cambio que significa mucho para la igualdad de género y que posiciona a España un paso más allá en esta cuestión.

La nueva ley, pide un acuerdo entre los padres para decidir el orden en el que su hijo llevará ambos apellidos. Pese a que parezca un cambio lógico a los tiempos que corren, en la mayoría de los Estados de la Unión Europea y del mundo en general, el apellido del padre sigue siendo el dominante. En el país, además, se mantienen ambos apellidos, cosa que en otros esto no ocurre salvo contadas excepciones.

En Francia, por ejemplo, recién el año 2005 se modificó la ley que imponía a los Niños el apellido paterno. En la Actualidad, los progenitores deciden si el pequeño llevará ambos apellidos o solo uno y cuál de los dos será.

En Italia como en Argentina, por ley y tradición, el niño recién nacido, llevaba solamente el apellido paterno. Salvo que fuese hijo de madre soltera. No obstante, desde un año en el vecino país y algo más en Argentina, los progenitores pueden optar por incluir como segundo apellido el de la madre. En Japón, China, Rumanía, Estados Unidos, por citar solo algunos sitios, el niño lleva automáticamente el apellido del padre.