No es ningún secreto que los medios tradicionales, sobre todo los que siguen publicando en papel, subsisten en gran medida gracias a la publicidad (también en sus versiones digitales) y, sobre todo, a la publicidad institucional. Es decir, el dinero que las instituciones públicas (Gobierno, Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc.) destinan a dar cuenta pública de sus medidas y su acción de gobierno. Y es que esta generosa cantidad de dinero público siempre ha estado bajo sospecha, por el curioso reparto de la misma que se hace entre lo medios.
En ocasiones, no atendiendo tanto al interés publicitario, sino al interés ideológico y partidista, con el que dicha publicidad se convierte más en un premio de afinidad política. O más concretamente, en una forma de financiar a un medio de comunicación (con dinero del contribuyente, además), que mediáticamente, trabaja para los intereses del partido que maneja tal institución.
Pues bien, hace solo unos días conocíamos los datos oficiales del dinero destinado a publicidad por diversas empresas públicas madrileñas, durante la etapa de Esperanza Aguirre e Ignacio González al frente de la Comunidad. Y descubrimos que, sólo Metro de Madrid destinó el 60% de su publicidad al periódico de Francisco Marhuenda.
Lo que supone más de un millón de euros de dinero público. Diez veces más que la suma que destino a medios como El País o El Mundo, siendo estos últimos medios mucho más vendidos, leídos y consultados que La Razón. Ahora resulta más llamativo, si cabe, recordar esos momentos en las tertulias televisivas, en los que Francisco Marhuenda se afanaba en proclamar la honorabilidad de Esperanza Aguirre y de su sucesor.
Del que afirmó no entender por qué se investigaba la compra (parece que fraudulenta) de su chalet marbellí.
La Razón y otros medios de comunicación
Las cuñas publicitarias en radio también fueron a parar mayoritariamente (48%) a otro grupo mediático afín al Partido Popular, el Grupo Intereconomía. A pesar de estar muy lejos de alcanzar los oyentes de por ejemplo cadena Ser (al que se destinó un minúsculo 4%).
No corren buenos tiempo para el director de La Razón. Y es que debemos recordar que hace sólo unas semanas, la Operación Lezo destapó una presunta campaña mediática de coacciones del periódico hacia la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Además, en esas escuchas del caso Lezo, pudimos descubrir como el periódico también pudo haber sido financiado desde el Canal de Isabel II. La empresa pública de aguas de Madrid que ha sido el epicentro de la trama de corrupción que ha llevado a Ignacio González a prisión.