Luego de que se conociera que el ISIS reivindicó la autoría del atentado en Manchester, la primera ministra británica ha anunciado a última hora del martes, que Reino Unido elevará al máximo el nivel de alerta terrorista.

Las autoridades creen que podría haber un ataque inminente, por lo que se desplegará el ejercito en las calles en un trabajo conjunto con la policía. Esta mediada ha sido dispuesta tras finalizar la segunda reunión de Theresa May con su comitiva.

Mientras tanto, comienzan a conocerse algunos detalles del explosivo que acabó con la vida de 22 personas, entre ellas varios menores de edad.

Se las conoce como bomba de clavos o Nailbomb. Su fabricación es sencilla, de las más rudimentarias que hay, pero paradójicamente sus consecuencias son de las más dañinas.

Para su fabricación se llena de explosivos un recipiente, suelen utilizarse latas o botellas, y se lo recubre con clavos o elementos metálicos capaces de herir o matar, cuando estalle la misma. Los especialistas aseguran que es mortal cuando se acciona en distancias cortas con el objetivo. Si por el contrario, al explotar existe mucha distancia entre la detonación y la gente, pierde potencia y por ende su poder de destrucción.