La muerte de dos jóvenes de 17 años en el exclusivo barrio de Salamanca en Madrid, ha conmocionado al país. Lo improbable ha ocurrido y aún nadie se explica que ha podido suceder.
Las dudas respecto a lo que verdaderamente ha ocurrido, la tarde del martes, son muchas. En un principio, se creía que el piso del ascensor se había desprendido, pero con el correr de las horas, también la hipótesis de que la pared trasera del elevador se haya desprendido.
En un principio se hablaba de un ascensor de cristal, pero los vecinos de la propiedad aseguran que se trataba de un ascensor de hierro, exceptuando la pared posterior que era de cristal y espejo.
Los jóvenes, Belén y Pepe, eran novios, festejaban junto con otros compañeros de colegio, el fin de los exámenes. La pareja, ha caído al vacío desde una altura aproximada a un noveno piso y fallecido en el acto. Algunos amigos de las víctimas, ya estaban en el ático de la comunidad, esperando a la pareja.
Lo ocurrido es algo extremadamente insólito. España es uno de los países de la Unión Europea con mayor cantidad de elevadores. Los accidentes en ellos no suelen ser comunes, ni mucho menos frecuentes. La alarma generalizada y el pánico que este hecho ha causado en las comunidades, es entendible, pero existen indicios para creer que las probabilidades de que un ascensor se desprenda, son ínfimas.
La Unión Europea cuenta con unos 5,5 millones de ascensores aproximadamente. Cerca de un millón de ellos, están el país.
La probabilidad de sufrir un accidente en este medio de transporte es bajísima: el 0.00000015% por viaje. La de que el ascensor se desprenda, es aún menor. En España, la estadística de incidentes en elevadores es reveladora.
Durante el año 2012, se produjeron 36 accidentes, algunos de ellos considerados graves, por cada millón de ascensores. Solo uno de esos accidentes tuvo una víctima fatal. La mayoría de los percances son atascos de las puertas o cabinas que quedan detenidas entre dos plantas. Lo peligroso de esta situación es cuando las personas intentan abrir las puertas y trepar hasta la planta superior.
En 1945 un avión B-25 se estrelló contra el Empire State Building, las cuerdas del ascensor del edificio se desprendieron, provocando que cayera desde el piso 75, unos 300 metros de altura. La única mujer que iba en el elevador, resultó herida, pero salvó su vida. Los cables amortiguaron el golpe al hacer de colchón de la cabina.
El ascensor, según han asegurado desde la Comunidad de Madrid, había pasado la verificación obligatoria en el año 2015. La inspección obligatoria debe realizarse cada cuatro años, es responsabilidad de la comunidad de vecinos hacerlo, así también como el mantenimiento de estos. En este edificio, según ha podido saber este periódico, se realizaron trabajos de mantenimientos hace menos de un mes.
La familia de la chica fallecida vive en esa lujosa finca, al parecer, la pareja habría bajado hasta el sexto piso para recoger algunos elementos en la casa de ella. Fue en ese momento cuando ocurre el accidente.
El colegio al que concurrían los jóvenes ha puesto a disposición de los alumnos y las familias, un departamento de psicología, así como el acompañamiento espiritual. “estamos tratando de darles el aire de esperanza que la fe nos puede dar en este momento”, asegura ante los medios el sacerdote y director del Instituto.
El edificio donde ocurrieron los hechos, fue remodelado y rehabilitado hace dos años. Tareas que se produjeron desde el 2013 hasta el 2015. Se trata de departamentos de unos 300 metros cuadrados, en el centro del exclusivo barrio de Salamanca. Cuando se pusieron a la venta, cada viviendo tenía un coste aproximado de entre 1,5 y 2 millones de euros.