La trata de personas es la captación o traslado, usando la fuerza, Violencia u otros medios de coacción para que una persona tenga poder sobre otra, teniendo licencia para explotarla sexualmente, por medio de trabajos forzados o de matrimonios serviles. Según la oficina de las Naciones Unidas contra las drogas y el crimen organizado, la trata de personas es el tercer negocio más lucrativo del mundo sólo detrás del tráfico de drogas y de armas. Mueve 32.000 millones de euros anuales.

El fenómeno de la trata tiene las características del negocio que cualquier persona con altas expectativas económicas querría emprender:

  • Un mismo "producto"se puede vender una y otra vez. Una bolsa de droga o un arma una vez vendida no se puede volver a vender a menos que se consiga otra unidad. Una víctima de trata es vendida muchas veces a lo largo de un día.
  • Se invierte muy poco dinero en el "producto" en relación al beneficio que se obtiene. Comprar una persona en el siglo XXI puede costar menos de 150 euros mientras que explotarla durante un mes puede generar como mínimo 6.000 euros mensuales.
  • La dificultad para la venta del producto es mínima. Hoy, hay 27 millones de esclavos en el mundo, la cifra más alta en TODA la historia de la humanidad.

Por esto, la trata de personas es rentable.

El problema es que es una violación de Derechos Humanos que sucede cada 30 segundos en el mundo y que nuestra sociedad invisibiliza, silencia y normaliza.

La trata no es un fenómeno lejano. La trata de personas ocurre cada día en nuestras ciudades bajo el nombre de prostitución. Cada año se prostituyen en España 100.000 mujeres y niñas procedentes de Rumanía, Bulgaria, Brasil, Colombia y Nigeria, mayoritariamente. De esas 100.000 mujeres sólo el 5% se dedican a la prostitución de lujo. Esto deja al descubierto un 95% vulnerable en las calles, en pisos y burdeles controlados por madames y proxenetas y en salas de masaje donde son encubiertas, pero criminalizadas si el negocio ilícito que ejercen es descubierto.

De este 95% un 80% ejerce la prostitución en contra de su voluntad. Un 80% es víctima de la trata de personas con fines de explotación sexual. Un 80% de las mujeres y niñas (sí, también hay menores de edad) son engañadas con ofertas de trabajo falsas, que solo abren la puerta a la prostitución, un mundo marcado por la violencia contra la mujer y un contrato social en el que cada hombre tiene una mujer y luego hay un grupo de mujeres que todos utilizan cuando conviene.

Mientras tanto, la sociedad española se queja, porque la prostitución en las calles es todo lo que no queremos que nuestros hijos e hijas vean. Pedimos la censura de imágenes sexuales en horario infantil pero hacemos la vista gorda ante la desnudez en derechos que vemos todos los días en Montera, en Marconi, en Las ramblas...

¿Por qué hacemos la vista gorda?

Solo un 20% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son locales. El 80% del fenómeno de la trata saca ventaja de la situación ilegal que tienen muchas mujeres y niñas inmigrantes en nuestro país. Creo firmemente que es todavía más fácil (pero no menos inhumano) hacer la vista gorda cuando no es "nuestra gente" la que está sufriendo.

Por eso la prostitución ni se regula ni se prohibe, mientras seguimos permitiendo que nuestros hombren compren y exploten mujeres. Por eso nuestras políticas sociales ofrecen pocas salidas mal articuladas que no garantizan seguridad a quien levanta la mano y pide ayuda (si puede). Por eso nos excusamos diciendo que la prostitución es el oficio más viejo del mundo.

Y queridos amigos, en palabras de la activista Mabel Lozano, el oficio más viejo del mundo es mirar para otro lado.