La prostitución en España se ha convertido en un tema complicado en nuestra sociedad, una realidad que está en nuestras calles pero a la que muchas personas no quieren poner una solución eficaz y real
Estamos hablando de un negocio que se realiza al margen de la ley; pero que, sólo en España mueve casi diez millones de euros, al día. Sorprende que en pleno siglo XXI, la prostitución siga enfrentando a aquellos que quieren su total prohibición contra los que quieren una regulación, como sucede en cualquier tipo de actividad laboral. Y, los datos estadísticos lo dejan claro: hay negocio, hay clientes que solicitan los servicios, hay hombres/mujeres que ofrecen sus servicios...
Por poner un ejemplo real, en la Colonia Marconi de Madrid (donde muchas de las chicas se desplazan a su lugar de trabajo en metro), hay más de 400 mujeres realizando esta actividad y, en plena calle, a la vista de cualquiera. En el barrio del Raval, están el 65% del medio millar de mujeres que ejercen la prostitución en Barcelona. El negocio de la prostitución mueve unos 3500 millones de euros, cada año, lo que sería un 0,35% del PIB, que es un volumen muy parecido al que aporta la industria del calzado en España o la actividad de una ciudad como Málaga.
Se ha calculado que en España estarían ejerciendo la profesión más antigua del mundo, unas 100.000 mujeres, de manera activa (el triple de dentistas, que son unos 33.286).
De ellas, un 20% son españolas y un tercio están siendo víctimas de grupos mafiosos vinculados a la trata de blanca y obligadas a llevar a cabo esta actividad contra su propia voluntad. Las encuestas son claras: el 39% de los españoles han contratado algún tipo de servicio sexual, se realiza un gasto medio de 127 euros al mes, o sea, unos 1530 euros al año, tres veces más de lo que se gasta un español medio en frutas y verduras (454 euros).
El 66% de los profesionales trabajan en alguno de los 1600 locales de alterne que hay por toda España. Un 23% de las meretrices trabaja en pisos privados. Sólo un 5% de las trabajadoras son escorts de lujo y viven un negocio completamente diferente al de las mafias y la explotación sexual. La mayor parte de las meretrices que viven la explotación sexual son de nacionalidad rumana (45%).
Un negocio sin fin y que mueve muchos euros al año.
¿Cuál crees que debería ser la solución a la prostitución?
¿Sabías que España es el tercer país del mundo en turismo sexual?
¿Crees que hay interés real, por parte de los políticos, para acabar con el problema, o no?