El 3 de mayo del 2007 se produjo una de las desapariciones más misteriosas de la historia.
La desaparición de la pequeña Madeleine McCann en un hotel de Praia de Luz, en el Algarve portugués
Según la policía, Madeleine -junto a sus hermanos mellizos, más pequeños que ella- había sido dejada, durante la noche, completamente sola, cuando sus padres salieron a cenar y a tomar algo con unos amigos. Durante la investigación, colaboraron la policía portuguesa y la inglesa, y fue un caso en el que se dejó claro las diferentes maneras de trabajar de ambos cuerpos del estado, en aspectos como la cantidad de información que debía hacerse público a los medios de comunicación.
Además, hubo muchos avisos de haber sido vista la niña en distintas zonas de Portugal (y, a posteriori, en otras partes del mundo); pero, ninguno de los avisos tuvo éxito. Todavía sigue activa la campaña internacional de búsqueda organizada por los padres de la pequeña.
Una de las características más importantes de la pequeña es que tiene una clase de coloboma en su ojo derecho, o sea, una fractura completa en el iris o una línea de color negro que va desde la púpila hasta el borde del globo ocular.
Este caso fue muy polémico, al principio, por las inexactitudes de los padres, por encontrarse restos de sangre y fluidos dentro del coche alquilado por la familia. Y, a pesar de todo, a causa de la presión diplomática, la policía portuguesa tuvo que retirar los cargos a la familia.
Por otro lado, la familia abrió un fondo para recaudar dinero para encontrar a Madeleine, con el que lograron la cantidad de un millón de euros (a posteriori, utilizaron ese dinero para pagar la hipoteca de su casa, una mansión en Inglaterra; y, no para buscar a su hija). Los padres fueron duramente criticados por dejar solos a sus hijos, cuando se ofrecía un servicio de niñeras, en el propio complejo.
Entre las distintas hipótesis estudiadas están: la niña abrió la puerta y salió de la habitación; hasta que hubo un accidente que los padres intentaron ocultar.
Wikileaks, el 14 de diciembre del 2010, hizo publico que la policía británica ayudó en la realización de pruebas por acusar a los padres. Y, que fueron los perros de la policía portuguesa los que descubrieron la sangre y fluidos de la pequeña en el apartamento.
Este caso fue muy controvertido por la gran publicidad en los medios de comunicación (con visita al Papa, incluída) y las controversias hacia el trabajo de los policías portugueses.