“Reírte con el bullying te convierte en cómplice” frases como estas son las que aporta la campaña contra el acoso escolar. Más de la mitad de estos episodios se producen durante el recreo, en el patio de la institución escolar. Hecho que vuelve testigos presenciales y muchas veces involuntarios, a los propios compañeros de estudios.
Lo más frecuente suele ser el acoso verbal, insultos, burlas y amenazas, alcanzan un 71 % de las agresiones. Los golpes y patadas han aumentado en más del 50 % con respecto al informe anterior del año 2015. Cerca de un 30 % de las agresiones se representan mediante el aislamiento del niño acosado.
En muchos casos, los pequeños que sufren de acoso escolar, no cuentan en sus casas lo que les ocurre en la escuela. Los motivos por lo que los niños callan su maltrato van desde el no querer preocupar a sus padres hasta vergüenza por no hacer frente a sus compañeros.
La importancia de la denuncia temprana no solo ayuda en el momento al niño que está sufriendo Bullying, sino que es una manera de evitar que este maltrato condicione su vida adulta. Dentro de los adultos, las madres son las que con mayor frecuencia hacen la denuncia. En 74,4 % de los casos, son las progenitoras las que alzan la voz para informar a las instituciones lo que ocurre con sus hijos.