Según los datos recogidos en el II informe sobre acoso escolar y Ciberbullying, Madrid sigue siendo la comunidad con mayor cantidad de denuncias de estos casos, seguida por Andalucía, Comunidad Valenciana y Galicia.

Los suicidios de Arancha, de 16 años en el barrio de Usera en Madrid, el de Alan, de 17 años, en Barcelona o de Diego González, de 11 años, en Leganés también en la capital han abierto los ojos ante un problema que no siempre se enfrenta como tal. Muchas veces, cuesta diferenciar entre acoso a situación habitual entre niños y jóvenes.

Cuesta tanto encontrar un adulto que en la escuela no haya recibido algún comentario hiriente por parte de compañeros, como adultos que reconozcan que acosaban y maltrataban en la escuela.

Ni las redes sociales, ni el móvil podían quedar fuera de una situación que involucra a los más jóvenes, una generación que ha nacido y crecido en la era digital. En la Fundación ANAR tienen constancia que un 2,6 % de las víctimas de acoso escolar han llegado a autolesionarse. La humillación que sufren los jóvenes desde Internet ha aumentado notablemente durante el último año. La mayoría de las víctimas son de nacionalidad española con un rendimiento entre medio y alto en sus estudios.