Aunque Robert Bragg, copiloto de uno de los aviones siniestrados en 1977, haya asegurado que no hubo problemas en las comunicaciones, las investigaciones finales aseguran lo contrario. Lo cierto es que, a raíz del fatídico accidente aéreo en Los Rodeos, Tenerife, que le costó la vida a casi 700 personas, muchas cosas han cambiado en la aviación civil.

Desde hace ya varios años, los pilotos deben aprobar un examen de inglés que determine, el uso y las herramientas de las que disponen para la comunicación oficial.

Varios términos utilizados entre la cabina y la Torre de Control también sufrieron modificaciones, que permiten una recepción más clara de las órdenes y los mensajes.

"Take-off" (despegar) la frase que al parecer originó el accidente entre el vuelo de la línea KLM y el de PamAm, solo se utiliza en la actualidad para permitir el despegue. Cuando ocurrió el accidente en 1977, tenía varias aplicaciones. Los responsables de seguridad aérea, aseguran que el trabajo en equipo ha mejorado y ha sido una parte fundamental en el desempeño de las funciones en conjunto.