Dori Fernández es titulada en Igualdad de Género por la URJC. Su trabajo y formación la posicionan como una especialista en Género y Políticas de Igualdad. Actualmente promueve el proyecto Ayuda a la adolescencia a crecer en plenitud dirigido a estudiantes de la ESO.

¿En qué consiste este proyecto?

El proyecto es muy simple pero muy importante desde mi punto de vista. En primer lugar, señalar que la franja de edad a la que me dirijo es la correspondiente a alumnado que cursa 4º de ESO, que coincide con la etapa evolutiva clave de desembarco en la adolescencia.

Mi proyecto se basa en la experiencia que voy adquiriendo como resultado de participar en esas actividades en muchos centros y constatar que las chicas y chicos adolescentes están ajenos a las formas en que se construyen como mujeres y hombres, a la manipulación que sufren por parte del mundo de la creación (cine, literatura, videojuegos, TV, publicidad…), cuya función no es educar, sino ganar dinero. Un mundo –del que la adolescencia es asidua consumidora- que vive amparado por esa mal entendida libertad de expresión y que, queramos o no, ejerce una función educativa tremenda, sin filtros.

¿Qué patrones sexistas son los que más profundo están calando en la juventud española?

El principal es que el hombre es “por naturaleza” superior a la mujer, el ser central de la creación, con lo que eso conlleva a efectos de gobernanza de la propia vida y sobre todo de supervivencia.

¿Crees que las mujeres/madres debemos empoderarnos ante la violencia machista para poder cortar de una vez con la base de ese machismo con raíces en la educación familiar?

Efectivamente, mujeres y hombres, madres y padres, tíos y tías, abuelos y abuelas, vecinos y vecinas…, tenemos un papel fundamental en la perpetuación de los roles sexistas, y por consiguiente, también en la perpetuación de la violencia del mismo tipo, que emana como mecanismo de control en las relaciones desiguales.

Su erradicación parte de tomar conciencia de que esos roles nos gobiernan, de que están presentes en nuestro día a día; por eso es tan importante la formación en materia de igualdad y prevención de la Violencia de género. Recuerdo un taller en Lora del Río (Sevilla) donde una señora se quejaba de que en el transcurso de la separación matrimonial de su hijo, su nuera lo había denunciado por violencia de género, cuando resulta que en el fragor de la disputa, ella también lo había agredido a él.

Una discusión de dos personas adultas que llegan a las manos no tiene por qué ser violencia machista. No toda la violencia que se dirige hacia mujeres por parte de hombres es machista, lo mismo que no todo es blanco o negro. En este caso, por ejemplo, hablaríamos de violencia doméstica, que es un tipo de violencia que no tiene como característica principal el hecho de ejercerse para apuntalar el dominio sobre las mujeres. Tenemos que poseer formación en la materia, es imperdonable que los gobiernos no lo vean como una absoluta prioridad.

¿Cómo se puede colaborar?

Puedes hacerlo inscribiéndote en la página de crowdfunding donde lo he alojado, Teaming; me donarías 1 euro al mes durante el tiempo que dure el proyecto y yo me encargaría personalmente de mantenerte informada de los progresos.

Y si también te refieres como imagino a cómo colaborar para erradicar la violencia de género y construir otro modelo de sociedad en la que a nadie se le ocurra fletar un autobús con mensajes que inciten al odio ante quienes son diferentes, la reivindicación de igualar y hacer intransferibles los permisos laborales por maternidad y paternidad es mi apuesta principal, que se suma a todas las que están hace tiempo reconocidas en nuestro ordenamiento jurídico básico, la Constitución Española.

Mi proyecto persigue que chicos y chicas tomen conciencia de lo que están viviendo y sean capaces de analizarlo desde una perspectiva crítica que les permita elegir qué y cómo quieren ser, de qué manera quieren vivir.