Después de celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es el momento de valorar la situación en otros países. Por ejemplo, en la India.

Si recordamos las palabras de Jawaharlal Nehru, ex-primer Ministro del país, en las que explicaba que se puede conocer la condición de una nación, conociendo la situación de sus mujeres en el mismo. Pero, 50 años después de su fallecimiento, la India repite siendo uno de los peores países, si naces Mujer.

Son el 48% (casi la mitad) de una población total de 1300 millones de personas; pero, siguen estando en segundo plano, no sólo socialmente, también, en el ámbito de la familia.

India ocupa el puesto 134 de 188 países, en el Índice de Igualdad de Género del Programa de Desarrollo, realizado por las Naciones Unidas (UNPD). Es cierto que los derechos de las mujeres están ratificados por la propia Constitución de la India, sobre todo, el de la igualdad, el derecho a la no discriminación y a la dignidad.

Por otro lado, en el país nos encontramos con distintos estatutos que trabajan para asegurar los derechos de la mujer. Pero, en la práctica, la función de la mujer sigue siendo el de madre y esposa. Se ven sometidas a las decisiones de sus padres (hasta el momento de su boda) y, después, de su marido. No tienen ningún control sobre la propiedad y, tan sólo, un 30% trabaja.

Todo ello causa un gran empobrecimiento entre ellas.

En el aspecto de la enseñanza, sólo un 27% poseen educación superior versus un 56% de los hombres. Y, un 40% son analfabetas. Pero, en los slums esta situación se ve empeorada. Allí, la pobreza es extrema y la discriminación por género se une a la discriminación provocada por pertenecer a una clase social inferior.

Estamos hablando de una categoría social en la que la mayor parte de las mujeres no saben ni leer ni escribir, que se han visto obligadas a casarse y tener hijos, a edades muy tempranas. Además, en muchos casos, viven situaciones de violencia doméstica y alcoholismo, por parte de los hombres de la familia.

Se considera que la única manera de cambiar esta situación es a través del empoderamiento y hay que hacer hincapié -en las propias mujeres- de sus derechos (no sólo como mujeres) como personas.