El desarrollo de un estudio poblacional de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es, entre otras, una de las principales demandas de Autismo España porque los datos de este estudio podrán presentar un escenario que permita determinar las necesidades de este colectivo así como ofrecer datos estadísticos para poder evaluar con precisión las carencias y, en este sentido, poder servir de palanca para orquestar acciones más eficaces dirigidas a este colectivo.

Miguel Ángel de Casas, presidente de Autismo España, afirma que, entre las prioridades básicas para las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), está el imperativo de "garantizar la detección precoz", asegurar una "atención integral" y favorecer el "acceso de las persona adultas a la vida independiente".

De Casas explica que no puede precisar “con seguridad” el número de casos que existen en España porque “no hay estudios poblacionales, ni registros estatales”.

“Esta es una de nuestras reivindicaciones a la administración porque un estudio poblacional permitirá conocer el número de personas, así como sus características y necesidades”, recalca de Casas. “En función de las cifras de prevalencia internacionales se calcula que puede haber alrededor de 450.000 personas”, indica.

El presidente de Autismo España apunta que se ha producido “un aumento considerable” de los casos detectados que se puede relacionar con “una mayor precisión de los procedimientos de diagnóstico o con la mejora en la formación de los profesionales pero es innegable el aumento real de este tipo de trastornos”.

Investigaciones

Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento técnico de Autismo España, afirma que “históricamente” se ha considerado que afectaba a más hombres que a mujeres pero investigaciones recientes indican que estos datos pueden estar "más equilibrados" y que habría "dos hombres con este tipo de trastorno por cada mujer”.

No obstante, -puntualiza Vidriales-, es necesario destacar el "sesgo de género" que existe en el diagnóstico de este tipo de trastornos y que hace más probable que las mujeres y niñas con TEA "no reciban un diagnóstico adecuado". Este hecho, según Vidriales, implica dificultades de acceso a los apoyos adecuados para las mujeres y niñas"

Vidriales indica que a pesar de que cada niño con TEA es diferente a los demás y que la edad de detección varía de unos casos a otros "existen señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración exhaustiva".

Estos factores "de forma aislada" no implican que el niño o la niña tengan un TEA, explica la experta mientras aclara que "son señales que deben alertar a las familias y a los profesionales del riesgo"

En esta línea, el presidente de Autismo España lamenta que a pesar de los avances en la detección "el diagnóstico de este tipo de trastornos llega tarde". De Casas precisa que este hecho "tiene repercusiones que no son nada positivas porque en consecuencia se retrasan los recursos" para atender a las personas con este trastorno.